"Yo doy un plus a la candidatura del PSOE"

1.¿Cuál es su propuesta de metro para Sevilla? Hemos hecho un estudio de las distintas propuestas existentes y proponemos una solución de metro ligero. Todo el material rodante debe ser el mismo y proponemos incrementar notablemente las líneas de metro subterráneo que propone la Junta para evitar atascos y que se entorpezca el tráfico en la ciudad. Nos parece que es un proyecto totalmente asumible y, lógicamente, más caro, pero hemos estudiado los costes, no como otras iniciativas. Está en torno a los 80.000 millones de pesetas. Es una propuesta realista, en cuanto a costes y posibilidades de construcción; solvente, porque está basada en el estudio serio de la propuesta de la Junta; y eficaz, porque resuelve la comunicación interna de la ciudad y mejora las relaciones con el exterior. El primer alcalde que paró el proyecto de metro fue Luis Uruñuela (PA), porque ya entonces se vio desmesurado y dañino, poco realista para la ciudad. Luego hubo una paralización definitiva, pero la propuesta que había era otro metro para una ciudad en la que se preveía un millón de habitantes. El crecimiento de Sevilla ha sido distinto y los sistemas de transportes tienen que ser distintos para resolver los problemas no sólo de la ciudad sino del área metropolitana. 2. ¿Qué soluciones propone para el centro histórico? ¿Es partidario de peatonalizar todo el casco? Lo que se hace en otras ciudades europeas es una peatonalización progresiva. Creo que el centro debe ser accesible a los ciudadanos y que el comercio se regenere gracias a esa peatonalización, pero eso tiene que estar acompañado de una mejora del sistema de transporte, que permita el acceso fácil de los ciudadanos, y con políticas culturales que revitalicen determinadas zonas. Al centro le hace falta una visión integral de propuestas que van desde potenciar el comercio tradicional a la generación de itinerarios alternativos del centro. La gente viene a la zona comprendida en la Catedral, el Archivo de Indias, el Alcázar y el barrio de Santa Cruz. Pero ahí está la ruta posible del gótico-mudéjar en Sevilla por toda la calle San Luis hasta el arco de la Macarena; hay una ruta posible desde el museo de Bellas Artes, por la calle San Vicente, Santa Clara hasta San Clemente, donde puede estar el museo de la ciudad. Lo que se trata es de ir generando atractivos alternativos, no sólo para los visitantes, sino para los sevillanos que vivan el centro de muchas maneras, que no vayan sólo a comprar sino a sentir su ciudad. Y eso se hace en otras ciudades con políticas culturales de regeneración y con políticas para eliminar la pobreza en determinadas zonas. 3.¿En el caso de necesitar apoyos electorales de otras formaciones, sus preferencias se inclinan hacia IU o el PA? Mi inclinación es tener la mayoría suficiente para gobernar sin necesidad de pactos. Y eso sería posible siempre que no tengan mayoría absoluta conjuntamente el Partido Popular y el Partido Andalucista. Si la tienen, lo más seguro es que vuelvan a repetir el pacto. No existiendo esa mayoría absoluta, nosotros podemos gobernar y seleccionar nuestros socios y seguramente habría que ver en ese momento con quién se podría gobernar. Yo pienso que sería mucho más fácil dirigir la ciudad en un sentido progresista contando con el apoyo externo de Izquierda Unida. 4.¿Por qué se presenta a las elecciones primarias? ¿Qué aporta usted que no aporte el otro aspirante? Pienso que aporto más al PSOE, para que el partido gane. El PSOE tiene una intención de voto que lo convierte en la primera fuerza política en Sevilla y a eso se le puede sumar o se le puede restar. Yo creo que sumo y que no resto. Pienso que con mi propuesta es más fácil ganarle al Partido Popular y poner en su sitio al Partido Andalucista. ¿Por qué? Si soy candidato, la confrontación es nítida, tajante y evidente desde el primer momento entre PP y PSOE. No quiero hablar de diferencias con el otro candidato. Creo que hay candidatos para ganar y hay candidatos con los que se corre el riesgo de perder. Yo creo que soy un candidato para ganar. No todo el mundo puede ser el mejor candidato en cualquier momento. Todos los compañeros son buenos y respetables, pero no todo el mundo tiene que ser el mejor candidato para la ciudad de Sevilla ahora. Hay buenos candidatos y no tan buenos candidatos en este momento. Aquí habría dos candidatos que barrerían en Sevilla en nombre del PSOE: don Felipe González y Alfonso Guerra. Ellos no son candidatos y, en esta situación, estoy seguro que aporto algo más a la candidatura del PSOE. Yo doy un plus a la candidatura del PSOE. 5. ¿Cómo concibe el área metropolitana? Es preciso empezar por coordinar la actuación de todos los municipios en materia de transporte, urbanismo y ordenación del uso del suelo, abastecimiento del agua y medio ambiente. Hay un quinto problema: la posibilidad de hacer una planificación estratégica y diseñar objetivos socioeconómicos comunes para la zona. Yo soy partidario de elaborar un plan estratégico para el área y de empezar a coordinar acciones por actividades. Se podía constituir una sociedad privada con participación de todos los ayuntamientos para encargar los estudios del plan estratégico; y coordinar el trabajo con las representaciones sociales, empresariales y sindicales para ir diseñando propuestas y alternativas, y buscar los caminos por los que debe discurrir el futuro de la ciudad y de su área. Y eso se puede hacer sin institucionalizar nada, simplemente queriendo. Se podía haber hecho desde hace ocho años y no se ha realizado porque no se le ha ocurrido a ninguna instancia política. En Barcelona existe y ya van por el tercer plan desarrollado. Esta idea no tiene nada que ver con la propuesta de comarcas del PA, que plantea una iniciativa mimética con respecto a otros territorios. En Valencia o Cataluña las comarcas han tenido históricamente razón de ser. En Andalucía, nunca. Hay problemas comunes a los municipios de un área, pero no se trata de hacer una división administrativa o política nueva, sino de buscar los instrumentos institucionales para resolver los problemas, llaménse consorcios, mancomunidades o asociaciones voluntarias.