Un gran arrecife artificial protegerá las praderas de posidonia
Las praderas de posidonia, que constituían un ecosistema marino de gran riqueza biológica, han sufrido un grave retroceso durante los últimos años en las costas entre Barcelona y Tarragona. La construcción de puertos, la pesca de arrastre y la extracción de arena para las playas han esquilmado estos "bosques marinos", como llaman los biólogos a las zonas donde crece la posidonia. Ahora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha aprobado un proyecto para preservar estas áreas de especial interés ecológico mediante la construcción del que será e1 el mayor arrecife artificial de Europa. El proyecto para la instalación de este arrecife artificial fue presentado ayer en Vilanova i la Geltrú por el secretario general de Pesca Marítima del ministerio, Samuel Juárez. El arrecife estará formada por unos 1.200 cilindros de hormigón (atravesados con raíles de ferrocarril) de un peso de seis toneladas cada uno. Estas estructuras serán depositadas entre 15 y 35 metros de profundidad entre las playas de Vallcarca (Sitges) y de Sant Vicenç de Calders, a lo largo de ocho términos municipales. El proyecto cuesta 272 millones de pesetas Artes de arrastre El arrecife artificial, que se empezará a construir este mismo año, impedirá el uso de las artes de arrastre en la zona protegida, ya que las redes quedarán enganchadas en los cilindros de hormigón y acero. Gracias a su carácter disuasorio, el arrecife permitirá la regeneración de la posidonia. Sólo las embarcaciones que utilicen artes artesanales (de las que se calan) podrán faenar en estas aguas. En el proyecto también ha colaborado el Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat. "El objetivo es potenciar la pesca artesanal y al mismo tiempo proteger una de las mayores praderas de posidonia del Mediterráneo", explicó Juárez, quien añadió que el arrecife artificial "garantizará una pesca responsable y un desarrollo sostenido". En las costas catalanas existen en la actualidad 15 arrecifes artificiales que se han venido instalando desde 1975. Según Josep Miralpeix, director general de Pesca de la Generalitat, la Administración autonómica continuará con esta política "como medio de regeneración del fondo marino". La posidonia no es un alga, sino una herbácea marina que florece. A las praderas de posidonia acuden a desovar los peces, y los crustáceos tienen su hábitat en estos parajes submarinos, a donde llega la luz del sol. Además las praderas de posidonia ayudan a fijar la arena. "Muchas praderas de estas costas han sido destruidas en los últimos años", recuerda el biólogo Josep Anton Herrera, técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrù. "Su importancia es vital porque en ellas hay una gran diversidad biológica. Son los bosques del fondo del mar", concluye Herrera.
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