Un negocio brillante
Una batalla larga va tocando a su fin. Aún cuando haya apelación al Tribunal Supremo, éste fallará en un año.
Durante casi cuatro años, los abogados de ambas partes, con autorización de la juez Sotomayor, han revisado la documentación en España.
Carlisle ha contado con el asesoramiento en España del abogado Bernardo Cremades, quien sugirió en agosto de 1993 la jurisdicción de Estados Unidos.
Por su parte, Juan Fernández-Armesto, entonces abogado del bufete de Uría & Menéndez y actual presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), argumentó a favor de la ley española. La juez Sotomayor aceptó la jurisdicción de su país.
La juez se encargó de subrayar la difícil situación de Banesto en el pleito. "El demandado", sentenció, "no pone en duda la exactitud de las investigaciones del Banco de España".
Carlisle no vendió sus títulos en Banesto hasta enero y febrero pasado, a 1.930 pesetas la acción, más o menos lo que había pagado.
Por tanto, los 4.800 millones que cobrará es beneficio.
