Renfe y los sindicatos mayoritarios pactan en el convenio incrementos por debajo de la inflación

Las negociaciones entre la dirección de Renfe y los sindicatos mayoritarios que han desembocado en el principio de acuerdo han durado 18 meses. El preacuerdo, que no ha sido firmado por el sindicato de maquinistas (SEMAF) ni por la CGT, deberá ser ratificado en asamblea por los trabajadores. La firma oficial está prevista para el próximo día 18.Para el año 1997 los sindicatos admiten una subida salarial cero, mientras que para 1998 la subida prevista es de un 1,8%. Los 34.000 empleados de Renfe sujetos a convenio tendrán de esta forma una subida salarial media neta este año de 58.000 pesetas.

Además de esa subida en firme, la empresa se compromete a pagar a cada empleado una media de 20.000 pesetas más correspondiente a 1997 y de 23.000 en 1998 (0,5% y 0,8% de la masa salarial media, respectivamente) si se superan los objetivos de negocio previstos.

Las negociaciones sobre el convenio se han desarrollado sin apenas conflictividad, algo poco usual en la compañía ferroviaria que preside Miguel Corsini. Sólo el Sindicato Federal Ferroviario de la Confederación General del Trabajo, minoritario en la empresa, se ha opuesto al acuerdo hasta el momento y ha convocado dos jornadas de huelga de 24 horas para los días 12 y 18 de junio.

La CGT, según el comunicado que hizo público ayer, cree que el acuerdo alcanzado por los sindicatos mayoritarios con la empresa supondrá la pérdida de "al menos un 2%" en el poder adquisitivo de los empleados. El sindicato cuestiona asimismo que no se atiendan sus peticiones de reducción de jornada laboral y que se abran las puertas a la movilidad de la plantilla.

Como punto destacado del preacuerdo, empresa y sindicatos firmantes destacan el compromiso de incorporar a la plantilla 145 nuevos empleados. En Renfe, ni los más antiguos recuerdan cuándo fue la última vez que se decidió incorporar nuevos empleados a la plantilla.

Según fuentes sindicales, la cifra de 145 nuevas incorporaciones es el resultado de transformar en nuevos jornales la renuncia a reducir la jornada laboral de la plantilla actual.

El convenio prevé también una reducción de las múltiples categorías laborales en que se divide la plantilla y la apertura de negociaciones para implantar el agente único de conducción.

Dos maquinistas

En la actualidad, los trenes de mercancías y de pasajeros de largo recorrido hacen sus servicios con dos conductores en la cabina. La dirección de Renfe ha tenido desde siempre la voluntad y la pretensión de reducir el número de conductores, algo a lo que se oponían los sindicatos y especialmente el sindicato de maquinistas (SEMAF), que en varias ocasiones han paralizado la actividad ferroviaria por oponerse a ello y que la empresa no olvida.El acuerdo alcanzado con UGT y CCOO establece también la fijación de un nuevo marco de movilidad laboral, de forma que la empresa tendrá desde este momento más posibilidades de reubicar empleados en función de sus necesidades. Hasta la fecha, en Renfe se celebraban cada año convocatorias de traslados de personal, que, según la empresa, habían provocado cierta descompensación de efectivos, con exceso de plantilla en comunidades como Andalucía y Extremadura y escasez de efectivos en otras como el País Vasco.

La convocatoria de huelga del sindicato CGT ha ensombrecido un tanto el resultado de una negociación que ha discurrido por cauces inusualmente pacíficos. No obstante, fuentes de la compañía ferroviaria creen que la protesta del sindicato no tendrá excesivas repercusiones sobre los usuarios. Una incógnita importante es la actitud que pueda adoptar en los próximos días el potente sindicato de maquinistas de Renfe, que está inmerso en un congreso extraordinario.