Los socialistas presentan una moción reprobatoria contra la política educativa navarra
Los socialistas navarros no bromeaban cuando anunciaron que intentarían conseguir la reprobación parlamentaria de la política educativa del Gobierno conservador de Unión del Pueblo Navarro (UPN) en esta comunidad. El secretario general del PSN-PSOE, Juan José Lizarbe, acompañado por los responsables educativos del socialismo navarro, presentó ayer el contenido de la moción reprobatoria que el Parlamento de Navarra debatirá este mismo mes, y que es consecuencia de la ruptura de los acuerdos de Gobierno con el Ejecutivo de Miguel Sanz materializada el pasado mes de mayo por el PSN.
Los socialistas navarros están decididos a conseguir la reprobación de la política educativa de UPN que encarna el consejero Javier Marcotegui y estiman que todos los grupos de oposición en el legislativo navarro (que suma 33 votos en una cámara de 50 escaños) apoyarán la moción, de enorme trascendencia política y calificada incluso por dirigentes socialistas como "moción de censura encubierta" contra la línea de flotación del minoritario gobierno que preside Miguel Sanz. Lizarbe, acompañado del portavoz parlamentario Carlos Cristobal y del portavoz educativo Juan Andrés Platero, explicó los motivos que apoyan su decisión de reprobar al Gobierno de UPN. "La Constitución y las leyes orgánicas que la desarrollan nos obligan a consensuar la aplicación de la LOGSE en Navarra manteniendo su espíritu inicial, controlando los criterios de financiación que propone la LODE y aplicando de forma rigurosa la legislación propia en apoyo del vascuence", concretó Lizarbe. El PSN estima que desde septiembre de 1996, fecha en que UPN asumió el Gobierno de Navarra, los criterios de consenso para lograr "una educación de calidad compatible con los principios de equidad social y de libertad" se fueron al traste por la actitud del Ejecutivo "con decisiones de política educativa tomadas sin esperar los resultados de ningún estudio riguroso, sin apoyos parlamentarios para aplicar el mapa escolar de la ESO, con decretos segregadores en el 2º ciclo de ESO y una pintoresca aplicación de los bachilleratos, así como con nula intención de preparar la educación infantil (0-3 años) en los plazos previstos". Concerter el primer curso A pesar de que la guerra educativa conllevó la ruptura de los pactos de apoyo presupuestario entre PSN y UPN, el Ejecutivo de Sanz mantuvo su objetivo de concertar el primer curso del bachiller no obligatorio rechazando la sustitución de este sistema por el de becas individualizadas que proponían los socialistas y reafirmando su apoyo a Marcotegui. "Presentaremos una enmienda a la totalidad de ese proyecto de ley", anunció Lizarbe, "e intentaremos evitar que UPN programe el curso 1999-2000 sin contar con el consenso mayoritario de la cámara en una cuestión que es de Estado", indicó Carlos Cristóbal enumeró otros agravios de la política educativa de Marcotegui como la creación de grupos para alumnos especiales en 4ºde ESO, el diseño de un bachillerato tecnológico light o el incumplimiento de las obligaciones legales que la ley impone a los centros concertados. El PSN sigue apostando por el sistema de becas para los bachilleres no obligatorios, aunque acepta concertar centros allá donde no llegue la oferta pública. Asimismo, reivindica el desarrollo de un bachillerato artístico en el modelo D de enseñanza (íntegramente en euskera) y el derecho de las ikastolas privadas al cobro de cuantías que la Administración les adeuda. Lizarbe considera que el partido del ex presidente Juan Cruz Alli, enemigo acérrimo de UPN, aunque partidario a ultranza de los conciertos educativos, optará por apoyar la reprobación de Marcotegui y modificar su política educativa "en sentido más progresivo". Los votos del CDN de Alli serán decisivos para el resultado final de una reprobación que prepara el terreno electoral de junio de 1999.
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