Toreo imposible
Cuando lo que salta al ruedo son animales con la fuerza justa para salir del toril, el arte de torear se hace imposible, como también sucede cuando los toreros, en este caso novilleros, sacan a relucir sus carencias, por otra parte entendible pues están comenzando en la profesión. Esto fue lo que ocurrió en Sevilla, con la excepción de Aníbal Ruiz, que se las sabe todas.
Cuando el aburrimiento se había apoderado del público, Aníbal Ruiz recibió al primero de su lote con cuatro largas cambiadas a porta gayola. En la última el novillo le alcanzó y le propinó una paliza, de la que salió conmocionado. Pero lejos de arredrarse pidió agua a su mozo de espadas, se refrescó la cara y la nuca y volvió a la lidia. Como los dos que le precedieron, el novillo llegó sin fuerza a la muleta y Aníbal Ruiz le sacó provecho, estuvo valiente y le cortó una oreja. Al sexto, otro sin fuerza ni casta, Ruiz no pudo sacarle partido.
Sampedro / Benítez, Serna, Ruiz
Novillos de Hermanos Sampedro, en general sin fuerza y descastados.Juan Manuel Benítez: silencio en los dos. Víctor de la Serna: ovación y saludos; aviso y silencio. Aníbal Ruiz: aviso y oreja; ovación y saludos. Plaza de la Maestranza, 7 de junio. Media entrada.
En el primero, que se quedó sin resuello en varas, Juan Manuel Benítez intentó inutilmente sacarle pases. Por el contrario el cuarto iba de largo, con recorrido, pero Benítez no lo supo torar. Mal colocado, sacándose hacia afuera a la res, llegó a impacientar al público tras varias docenas de muletazos.
Víctor de la Serna, que hizo su presentación en el coso de La Maestranza como Aníbal Ruiz, tampoco pudo lucirse con su descastado primero. Por el pitón izquierdo el novillo tenía más recorrido y ahí aprovechó De la Serna para sacarles algunos naturales bien trazados.
El jabonero que hizo quinto necesitaba también manos de novillero más experimentado para lidiarlo, lo que no pudo conseguir Víctor de la Serna, que se las vio y deseó para cuadrar al novillo y matarlo. Más de cinco minutos duró esa operación, hasta que De la Serna cazó al animal de mala manera.
Babelia
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