Ordene su botiquín

Los farmacéuticos vizcaínos quieren acabar con esos botiquines caseros que más bien parecen un trastero de medicamentos. Su intención es que la ciudadanía se deshaga de las medicinas caducadas o ya inservibles que no hacen más que ocupar espacio y provocar confusiones que pueden llegar incluso a tener consecuencias graves; por ejemplo, si se toma más dosis de la debida porque el prospecto se ha traspapelado o es el de otro producto. Esta campaña de concienciación, que comenzó ayer y durará todo el mes, se limitará a las 418 farmacias ubicadas en la provincia de Vizcaya. El Colegio de Farmacéuticos de Vizcaya es el promotor. Las protagonistas de la campaña serán unas bolsas de papel marrón del tamaño de una cuartilla, el suficiente para albergar lo necesario en el botiquín de cualquier familia donde no haya un enfermo crónico. Según este Colegio de Farmacéuticos, basta con que incluya analgésicos para el dolor y la fiebre, un termómetro, desinfectante de heridas, gasas, esparadrapo, tiritas y pomada para quemaduras. "Esto es más que suficiente para un caso de urgencia en casa", insistió la farmacéutica y coordinadora de la campaña Mari Carmen González durante la presentación, ayer en Bilbao. El vicepresidente del Colegio, Enrique Ordieres, precisó que, lógicamente, en los hogares donde alguien está en tratamiento médico la lista debe ser tan amplia como hayan prescrito el médico o el farmacéutico. La campaña no sólo pretende atajar el problema de la abundancia inútil de medicamentos, sino también su ubicación en las casas. Pese a que la mayoría de la gente los almacena en la cocina y el cuarto de baño, este emplazamiento es de los más inadecuado. Los farmacéuticos insisten en que los enormes cambios de temperatura y humedad en estas estancias afectan negativamente a las medicinas. Como indican los prospectos, deben estar en "un lugar fresco, seco y fuera del alcance de los niños". Entre los medicamentos que, según la recomendación de los profesionales, hay que retirar de los botiquines están los restos de los productos utilizados en un tratamiento farmacológico, una vez éste ha concluido. Otro grupo de productos a eliminar del botiquín cotidiano es el de los perecederos: los colirios, los jarabes que hay que preparar o las fórmulas elaboradas en farmacias Conviene entregar los medicamentos ya caducados -la fecha aparece en la caja- en las farmacias. De ninguna manera, tirarlos a la basura. Los representantes del Colegio se comprometieron a ocuparse de destruirlos adecuadamente para evitar que perjudiquen al medio ambiente. Los medicamentos de un familiar difunto o que jamás se llegaron a estrenar y no estén caducados serán recogidos para enviarlos a ONG que puedan utilizarlos. Revisión anual Todo el que lo solicite recibirá gratuitamente en las farmacias vizcaínas, además de la bolsa marrón, un impreso que resume los objetivos de la campaña. Los farmacéuticos invitan a los usuarios a llevar su botiquín casero al menos una vez al año a una farmacia para que un profesional revise el contenido y retire todo lo innecesario. El vicepresidente de los farmacéuticos vizcaínos deseó que cunda el ejemplo de esta primera campaña de este tipo que se realiza en España.