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GENTE

ALCALDE AISLADO

Manuel Taboada, alcade de O Pino, A Coruña, sufrió el pasado lunes una dura experiencia: quedó aislado durante cinco horas, pero no por una maniobra política, sino por el agua. Había ido a pescar a río Ulla sobre las siete de la tarde, y una hora después, la súbita apertura de las compuertas del embalse de Portodemouros (el mayor de la Galicia costera) hizo crecer el nivel del agua en metro y medio en apenas cinco minutos, convirtiendo la península en la que pescaba en un islote. «Intenté vadear un par de veces, pero vi que me llevaba la corriente y preferí esperar a que me socorriesen a aparecer en el mar», recordaba ayer el alcalde, ya en su despacho. Un compañero de pesca avisó a los servicios de Protección Civil, pero la búsqueda de una lancha por las distintas agrupaciones hizo que el rescate no fuese posible hasta la una de la madrugada. «Sólo lamento el mareo que ocasioné a los rescatadores», concluye Taboada. «Pero no entiendo cómo se pueden abrir las compuertas sin avisar. Vecinos de allí me dijeron que hace días le pasó lo mismo a otra persona y hace unos años murió un empresario de Pontevedra».

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