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Morán quiere devolver a Madrid "la identidad que disfrutó con Tierno"

Antonio Jiménez Barca

El ex ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, de 72 años, candidato del sector crítico del PSOE a las primarias para la alcaldía de Madrid, expuso ayer sus planes de futuro para la capital: "Quiero convertir Madrid en una ciudad orgullosa de la identidad que disfrutó con Tierno, que no es la de la Verbena de la Paloma". Su rival en las primarias, Joaquín Leguina, ex presidente de la Comunidad, le acusó de no conocer problemas concretos, como el tráfico. "Es cierto que no lo entiendo, pero lo padezco", replicó Morán.

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El veterano político, ex diplomático de carrera, llegó a su presentación a la agrupación socialista de Chamartín con el pelo revuelto, la pajarita de lunares ladeada y convencido de que "hay que ganar Madrid para poder cambiarla". Expuso cómo son las ciudades que le disgustan: "Las que tienen las zonas muy delimitadas, las que acotan completamente el área de los negocios, las que se quedan vacías por la noche, o las que sólo sirven para que la gente duerma".Morán, candidato apoyado por el sector guerrista, por los seguidores de Borrell en Madrid y por Izquierda Socialista, recordó ayer que él era una de las pocas personas que tuteaban al alcalde de la capital más carismático de los últimos tiempos, Enrique Tierno Galván. Pero añadió que no quiere ser "un segundo viejo profesor". "Por él yo tuve y tengo admiración, pero eso no quiere decir que sea mi modelo, porque soy diferente", añadió el ex ministro de Asuntos Exteriores y actual eurodiputado en Bruselas.

Su oponente en las primarias socialistas, Joaquín Leguina, afirmó ayer que Morán había sido "un excelente embajador y ministro de Asuntos Exteriores". Pero el ex presidente de la Comunidad de Madrid se considera el mejor candidato, porque, a su juicio, "Morán desconoce los problemas concretos de la ciudad, como el tráfico". El aludido reconoció que no entiende gran cosa de cómo se regula la circulación, pero añadió que eso "lo saben los técnicos, a los que hay que saber estimular. De cualquier forma, lo que veo que hace Álvarez del Manzano no sólo no me gusta, sino que lo padezco", añadió.

Morán manifestó que profesaba mucho respeto por Leguina. "Los dos hemos escrito libros, aunque nuestras tácticas políticas son distintas. No me gustaría entrar en un debate cuerpo a cuerpo con él, sino frase a frase. Y debatir con Joaquín Leguina no será ningún desdoro, dada la categoría del rival", señaló Morán.

Inmediatamente, el ex ministro entró en liza con el que considera "su oponente real": el actual alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, del PP. Basándose en su experiencia internacional, el eurodiputado aseguró que, "en los últimos años, los habitantes de las grandes ciudades europeas se han vuelto conservadores". Y explicó su teoría: "Los jóvenes, dado el precio de la vivienda, se han ido a vivir a las afueras, y Álvarez del Manzano, sin un programa ni una actuación brillante, se ha aprovechado de esa inercia".

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El candidato de la corriente crítica del socialismo madrileño lanzó un mensaje a los "capitalinos aburguesados, dicho esto sin connotación peyorativa". Para ellos dijo lo siguiente: "Que no se crean que con un alcalde de centro-izquierda van a perder su posición. Al contrario, van a tener mejores servicios, porque estimularemos los servicios colectivos, y la ciudad será más plácida y fluida". Por último, Morán advirtió que la derecha actual española "no amenaza las libertades democráticas, pero trae el aburrimiento a las ciudades, como pasa en Madrid".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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