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La amante de Einstein era espía de Moscú

El gran Albert Einstein seguramente no sabía que su amada y amante, la rusa Margarita Koniónkova, era espía. Como posiblemente no lo sabía ni siquiera su esposo, el famoso escultor Serguéi Koniónkov, que, por supuesto, tampoco se imaginaba que su Margarita le era infiel con el padre de la teoría de la relatividad. Lo del amor entre Einstein y Koniónkova ha salido a luz gracias a nueve cartas del físico a su amada, escritas entre 1945 y 1946, y que Sotheby"s subastará en Nueva York el próximo 26 de junio.

Y que Margarita era una agente soviética lo dice Pável Sudaplátov, alto dirigente del KGB de la URSS, en su libro de memorias Operaciones especiales.«La esposa del conocido escultor Koniónkov, nuestra probada agente, se hizo amiga de los grandes físicos (Robert) Oppenheimer y Einstein en Princeton. Ella logró cautivar al círculo de Oppenheimer. Koniónkova influía permanentemente sobre Oppenheimer, y lo convenció de que contratara a especialistas conocidos por sus ideas de izquierda », escribe Sudaplátov en la única mención que hace de Margarita Koniónkova en su voluminosa obra.

Pero el Servicio Federal de Espionaje de Rusia (SFER) desmintió ante este corresponsal que la esposa del escultor, que en Rusia es considerado una de las cumbres del arte soviético, fuera espía. Koniónkov vivió en EE UU desde 1924 a 1945.

Las cartas de Einstein a Margarita Koniónkova están fechadas entre noviembre de 1945 y julio de 1946, es decir, que son prácticamente inmediatas al retorno de los Koniónkov a Moscú. El famoso físico germano-estadounidense tenía 66 años a la sazón, y su amada, 51. Sotheby"s obtuvo las cartas, que están escritas en alemán, de manos de un pariente anónimo de Margarita Koniónkova.

El SFER se ha apresurado a negar que Koniónkova fuera una espía porque teme que nuevamente se empiece a decir que Oppenheimer espió para la Unión Soviética, algo que Moscú siempre ha negado. Pero si Margarita era una agente y su relación con Einstein estaba dictada por el deseo de utilizar al científico, fracasó.

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