El aplauso va por filas
.La reunión fue a puerta cerrada, pero con cristales transparentes. Esto permitía ver quiénes hablaban y registrar sus gestos. Además, el maratoniano encuentro sometió a una dura prueba las hiperplasias, más o menos benignas, de próstata de los asistentes, que con frecuencia abandonaban la sala para solucionar urgencias en los urinarios o intercambiar impresiones fuera del ambiente caldeado de dentro. Esto permitía también escuchar retazos aislados de las intervenciones de los oradores, que a veces subían el tono.
Así, se pudo oír cómo Gonzalo García Parrondo, partidario de Marqués, relataba, excitado, que el presidente del Principado ha recibido amenazas y las comparaba con la Camorra.
El apoyo o rechazo a unos y otros se palpaba en los aplausos. Las tres filas donde se sentaban los consejeros del Gobierno autonómico, los ministrines que dicen en Asturias, aplaudían a Marqués. Las tres o cuatro donde se sentaban la diputada nacional, concejal y presidenta del PP de Gijón, Mercedes Fernández, y los ediles de Oviedo, a Fernández Rozada. Las del fondo permanecían a la espera y sin mucho entusiasmo.
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