Trifulca del PP y el PSOE en el pleno de La Carolina sobre el "autosecuestro"

El pleno extraordinario convocado en el Ayuntamiento de La Carolina (Jaén) para debatir la situación municipal tras el autosecuestro del concejal Bartolomé Rubia terminó en una bronca política entre el PP y el PSOE en la que ni siquiera faltaron las expulsiones de vecinos asistentes por orden del alcalde, Ramón Palacios, del PP. La trifulca dejó a un lado el caso de Rubia -expulsado del grupo popular, pretende integrarse en el mixto- en numerosas ocasiones para centrarse en los reproches por las actitudes políticas y los insultos.

El alcalde, Ramón Palacios, no contestó en el pleno a las numerosas preguntas de los portavoces de los grupos de la oposición, el PSOE y los independientes. Éstos cuestionaron que existiese una llamada telefónica a la Delegación del Gobierno andaluz reivindicando el secuestro por parte de ETA tal y como aseguró el regidor en la noche de los hechos cuando ya había aparecido el edil en Irún (Guipúzcoa).Palacios se limitó a señalar que la versión que ofreció ante la prensa fue la única que conocía y que, en su opinión, en aquellos momentos tenía muchos visos de verosimilitud. El grupo de concejales del PP mantuvo la tesis de que ha tomado todas las medidas necesarias desde que la narración de Rubia flaqueó: se aceptó su baja del partido y se le expulsó del grupo popular, lo que ha motivado su pase al mixto.

El pleno se convirtió en un gallinero desde el principio. Hasta tres broncas se produjeron en la sala y hubo de intervenir la policía local. Entre el público había numerosos simpatizantes del PSOE y el PP, los cuales llegaron a gritar para defender las posturas de sus formaciones.

Queremos respuestas convincentes y claras para no seguir teniendo en la cabeza la idea de que Rubia no estaba solo", dijo el portavoz socialista, Emiliano Vázquez, la primera vez que tomó la palabra en alusión a las sopechas de que el grupo popular estuviera implicado en el montaje.

Asimismo, pidió la dimisión del alcalde tras asegurar que el concejal presuntamente secuestrado es "la obra, el Frankenstein" de Palacios Rubia es el hijo del chófer del alcalde, quien lo ha considerado siempre como un miembro de su propia familia-. "La Carolina ha sido motivo de pitorreo nacional", sentenció Vázquez.

La respuesta llegó del primer teniente de alcalde, Antonio Rodríguez, quien calificó al edil socialista de "cipote". Los miembros del PSOE llegaron a ser tildados hasta de bolcheviques por parte de un concejal popular.

Los argumentos del PP se centraron en asegurar que han tomado todas las medidas en su mano, hasta pedir a Rubia que dimita. El resto, indicaron, está en manos de la justicia. En opinión de Vázquez, Rubia sigue con su acta municipal en la mano "para seguir jodiendo a su pueblo".

El portavoz independiente, José Rodríguez, manifestó su "más profundo e íntimo bochorno" por el espectáculo que se está dando a nivel nacional tanto por parte de Rubia como de los dos grupos políticos en disputa. El PP desvió el último punto del orden del día hacia el consejero de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, el socialista Francisco Vallejo, exalcalde de La Carolina, que el día anterior había tachado de mafioso al partido gobernante.

Palacios pidió los votos de los concejales para emprender acciones judiciales contra el hombre "que se ha hecho pis en La Carolina", en referencia a Vallejo.

Por otra parte, el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Luis de Grandes, insistió ayer en que la conducta de Rubia debe ser "enjuiciada por los tribunales", ya que "no se puede hacer una incursión en la ficción, si es que ha sido así, y no pasar nada". De Grandes negó que su partido haya actuado en este asunto con "pacatería". Para él, lo que ha prevalecido es la "comprensión" y la "prudencia".

Según De Grandes, la farsa de Rubia, de probarse, no es justificable "de ninguna manera": "Cuando las vidas de tantos compañeros corren realmente peligro, su afán de protagonismo no tiene perdón de Dios".

A su vez, el ministro del Interior, Jaime Mayor, calificó a Rubia como "la excepción" en el comportamiento de los concejales del PP.