El Distrito del Eixample requirió en abril el arreglo de la fachada de la que cayó un balcón
El Distrito del Eixample se había dirigido por carta, para que arreglara la fachada del edificio, a la comunidad de propietarios del inmueble de la calle de Provença de Barcelona del que se desprendió parte de un balcón el domingo, según señalaron fuentes del distrito. El requerimiento se realizó en abril, después que los inspectores observaran "desperfectos en la fachada" del edificio, que fue rehabilitado en 1990. Fincas Barosa, administradora del inmueble, iniciará acciones legales contra la constructora si se demuestra que no se arreglaron los balcones deteriorados.
Fuentes del Distrito del Eixample precisaron que el requerimiento del mes de abril no tuvo acuse de recibo y que ayer cursaron otro en iguales términos. Otros inmuebles del Eixample están recibiendo parecidas cartas del distrito, que en septiembre de 1997 encargó a 10 inspectores la revisión de 400 fincas. "Se envía el requerimiento si de la inspección se desprende que existe riesgo", señalaron las mismas fuentes. Del citado requerimiento no sabía nada la administración de fincas del inmueble, Fincas Barosa. "Nosotros no recibimos ninguna carta del distrito", comentó Ángel Cerqueira. El inmueble del número 38 de la calle de Provença, construido en 1935, fue rehabilitado hace ocho años. "El presupuesto fue de 1,3 millones de pesetas y, según el informe de las obras, había que inspeccionar los balcones y aplicar barras de acero en los casos en que fuera necesario", puntualiza. Lo que no saben ahora ni los propietarios de los pisos ni el administrador es si ese tratamiento se aplicó en todos los balcones o en las partes más deterioradas. Informe de un arquitecto El administrador afirmó que la comunidad ha encargado un informe a un arquitecto para aclarar esos aspectos y anunció que emprendarán acciones legales contra el constructor si se determina que no realizó correctamente la rehabilitación de la fachada. La garantía que ofreció el constructor fue de cinco años, "plazo que no tiene nada que ver si resulta que no hicieron el trabajo necesario para evitar ese tipo de accidentes", considera el administrador. Paulina G.M. sufrió una fractura de clavícula al producirse el hundimiento parcial del balcón de su domicilio. La finca de la calle de Provença se acogió en 1990 a la campaña Barcelona, posa"t guapa para arreglar la fachada. "Como tantas otras en Barcelona. Pero el problema es si la rehabilitación se hace correctamente o no. Y desde que se han empezado a producir tantos accidentes y con la ordenanza municipal que obliga a garantizar la seguridad de los edificios a las propietarios, hay una avalancha de demandas", explicaba ayer un constructor especializado desde hace años en la rehabilitación de fachadas. "El ritmo de trabajos encargados se ha ido incrementando desde hace tres años, pero especialmente en el último", puntualiza el constructor. Y advierte que en esas condiciones están floreciendo "como setas" las constructoras que se presentan como especialistas en rehabilitación de fachadas y que carecen de personal y medios cualificados para garantizar el trabajo.
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