Bayo se corta las venas al saber que se prorroga su prisión preventiva

El guardia civil Felipe Bayo Leal, procesado por su presunta participación en el secuestro, torturas y asesinato de los etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, se cortó las venas a la altura del codo el pasado domingo en el Hospital Militar Gómez Ulla (Madrid), en el que se encuentra ingresado aquejado de depresión.

El guardia lleva más de dos años en prisión preventiva, y recientemente fue prorrogada su situación hasta que se celebre el juicio (previsiblemente en otoño) o como máximo por otro periodo de dos años.

Según informó su abogado, Ángel López Montero, Bayo recibió 25 puntos de sutura en un brazo a la altura del codo, después de que intentase suicidarse cortándose las venas con un clip de los de coger folios. "Se hizo una carnicería", precisó López Montero, quien añadió que es la segunda vez que lo intenta, la primera, poco después de ingresar en prisión.

El letrado informó de que tiene intención de pedir a la sala la libertad provisional de su cliente pues "al tratarse de una persona depresiva necesita de espacios libres y disfrutar de su entorno familiar".

Bayo es el único de los procesados en el caso Lasa-Zabala que ha reconocido haber visto a los dos etarras en el Palacio de la Cumbre de San Sebastián, donde según dijo, les custodió cumpliendo órdenes de sus superiores. Bayo nunca ha admitido haber intervenido en el secuestro ni en las torturas de los etarras.

Junto con Bayo y también como presunto autor material del secuestro, torturas y asesinato de Lasa y Zabala está el ex sargento Enrique Dorado Villalobos. Igual que Bayo, lleva más de dos años de prisión preventiva. En la prisión militar de Alcalá de Henares se encuentra internado el general Enrique Rodríguez Galindo, superior jerárquico de los anteriores en el cuartel de Intxaurrondo (San Sebastián) y procesado por haber ordenado los hechos. Lleva en prisión desde el 15 de septiembre de 1996 al no pagar la fianza de 25 millones de pesetas que le fue impuesta.