Rigoberta Menchú, con los inmigrantes ilegales
La activista guatemalteca y premio Nobel de la paz Rigoberta Menchú se solidarizó ayer con las ONG gerundenses en su protesta contra la reciente sentencia que ha absuelto al responsable de organizar el transporte clandestino de inmigrantes en un camión que sufrió un accidente en Capmany (Alt Empordà). En el siniestro murieron 11 extranjeros que viajaban ocultos entre la carga del camión. Menchú saludó a los organizadores de la concentración, que reunió a un centenar de personas bajo el lema Por el derecho a la libre circulación de personas, y les felicitó en su lucha. "Las legislaciones deben defender los derechos de las gentes a través de cualquier frontera", aseguró. Durante el acto institucional de bienvenida de Girona a la activista, celebrado en un salón de descanso del Teatro Municipal lleno a rebosar, el filósofo Josep Maria Terricabras tomó la palabra en nombre de la coordinadora de ONG de Girona y arremetió contra la sentencia de Capmany. Aseguró que ésta le producía "vergüenza y miedo". Terricabras recordó al auditorio el penoso periplo de los inmigrantes hasta su trágico accidente, así como el actual desamparo administrativo de los supervivientes. "La resolución judicial refleja el grado de dejadez moral y social de un país como el nuestro", aseguró. El filósofo hurgó en el supuesto vacío legal que ha destapado la resolución judicial e ironizó sobre una argumentación legislativa según la cual los inmigrantes no pueden ser protegidos porque "no son mercancía española, sino sólo mercancía". En nombre de las ONG, el filósofo reclamó, ante Rigoberta Menchú, una ley que permita a los inmigrantes vivir en la superficie. "Las sociedades capitalistas, cerradas sobre sí mismas, sólo oyen el clamor de los desheredados cuando gritan juntos", dijo.
