Granollers conmemora hoy el 60º aniversario de su bombardeo
Granollers conmemora hoy el 60º aniversario del bombardeo de la ciudad, uno de los más sangrientos que sufrió Cataluña durante la guerra civil. Entre los actos programados destaca un concierto en homenaje a las víctimas, a las doce de la mañana, en el museo. Granollers TV también emitirá un reportaje que reconstruye los hechos a las 9.05 de la mañana, hora en que se produjo el bombardeo. El 31 de mayo de 1938, cinco aviones bombarderos de la escuadrilla italiana Stormo de Veloà dejaron caer sobre el centro de la ciudad, en sólo un minuto, más de cuatro toneladas de explosivos. El hecho de que no sonaran las alarmas y la hora del bombardeo -cuando las mujeres hacían cola en el centro de la ciudad para obtener alimentos-, hizo que la agresión se saldase con más de 224 muertos y 165 heridos, básicamente población civil, en una ciudad que entonces no superaba los 13.000 habitantes. La explicación a esta violenta agresión sobre la ciudadanía todavía no ha sido esclarecida. En las hipótesis con más peso se sostiene, a partir de los datos de un informe militar, que el objetivo de los aviones que salieron de Son Sant Joan, en Mallorca, era la central eléctrica de la empresa Estabanell y Pahissa, que suministraba energía a la línea férrea de Barcelona a Puigcerdà. Sin embargo, ninguna de las 60 bombas cayó sobre su objetivo ya que se lanzaron desde 5.000 metros y, extrañamente, la escuadrilla no realizó ningún vuelo previo de reco-nocimiento. Otras hipótesis apuntan a una venganza por el asesinato del general Gay, al inicio de la guerra, en Les Franqueses del Vallès y a los planes del general Franco de desmoralizar la retaguardia con la agresión sobre la población civil. Lo cierto es que la virulencia del bombardeo, que llevó a algunos a bautizar la ciudad de Granollers como la Gernika catalana, tuvo una importante repercusión en los medios de comunicación, y fue condenado en portadas de rotativos tan diversos como el francés Le Figaro, el conservador La Vanguardia y el comunista La Rambla.
