Desconfianza

La desconfianza hizo salir el papel a última hora de la tarde en la Bolsa española, provocando un descenso del 0,29% en el índice general de Madrid. Los inversores decidieron soltar papel no tanto porque el fondo del mercado les parezca resbaladizo, sino porque el próximo lunes este mercado permanecerá cerrado cumpliendo el calendario pactado entre las cuatro bolsas españolas. Tal y como están las cosas, tener acciones y carecer de capacidad de decisión no parece ser la situación ideal y justifica las salidas, poniendo el acento, de paso, en la ausencia de contenidos de la Bolsa a medio plazo.

La contratación se mantuvo en la línea de las sesiones anteriores, con 137.978 millones de pesetas, y con una concentración también acorde con la registrada a lo largo de todo el mes. Mayo se despide de la Bolsa con un resultado neutro, ya que gana un 0,47% que, no obstante, es un buen indicador de la solidez del mercado incluso en una situación en la que todo parece descontado.

Los recursos técnicos del mercado han crecido lo suficiente en los últimos años como para garantizar liquidez incluso en fases de estancamiento, lo que genera confianza y explica los constantes tanteos de la inversión a corto plazo en cada sesión.

Los mercados europeos terminaron la jornada al alza, aunque también acusaron una mayor presencia de papel en el momento del cierre, evolución que compartieron con la Bolsa de Nueva York, que tras abrir con una subida de 56 puntos, perdió finalmente 70,25 (el 0,78%) y cerró en 8.899,95 puntos.

Las divisas se mantuvieron tranquilas en esta sesión, registrando pequeñas oscilaciones que indican que los mercados han limpiado las posiciones más especulativas y que, en tanto no se produzcan nuevos problemas en el entorno internacional, no habrá que esperar grandes novedades a corto plazo. El mercado secundario de deuda estuvo más positivo y anotó un nuevo descenso en la rentabilidad del bono de referencia a 10 años, que cerró en el 5,04%.