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Chaves dice que pagará todo el coste del vertido si el Gobierno central "se limpia las manos"

Lourdes Lucio

El presidente andaluz Manuel Chaves anunció ayer en el Parlamento que su Gobierno pagará el coste del vertido tóxico provocado por la rotura del embalse de las minas de Aznalcóllar si el Ejecutivo central "se limpia las manos" y no financia a medias la restauración de las 3.000 hectáreas contaminadas y la compra de terrenos a los agricultores afectados. El anuncio lo hizo al final de lo que en principio iba a ser un pleno difícil para su Gobierno, con una batería de preguntas reclamando la destitución de dos consejeros. Chaves siguió la máxima que dice que la mejor defensa es un buen ataque y ante las peticiones de que debía asumir la responsabilidad dijo dos cosas: las políticas (ceses) no las descartó; y las económicas las asumió al 100%.

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Chaves aguantó el chaparrón de reproches que en la sesión de control le dirigieron los portavoces del Partido Popular, Manuel Atencia, y de Izquierda Unida, Luis Carlos Rejón, acerca de lo que significa "un Gobierno autonómico de verdad" cuando en su territorio ocurre una tragedia como la de las minas de Aznalcóllar. La respuesta la retuvo para el final y a una pregunta del portavoz de su grupo. Atencia y Rejón dijeron que los consejeros de Industria, Guillermo Gutiérrez, y de Medio Ambiente, José Luis Blanco, "no deben permanecer ni un minuto más" al frente de sus departamentos y que si no procedía a darles de baja "es que no cree en el autogobierno". A la petición de ceses, Chaves repitió lo ya sabido: "Si la castástrofe no se ha evitado por acción u omisión, la Junta de Andalucía está dispuesta a asumir su responsabilidad, sin descartar ninguna". No obstante, también recordó a Manuel Atencia que tampoco el Gobierno de la nación va a poder "eludir" su obligación en el desastre, se preguntó entonces para qué sirve el Ministerio de Medio Ambiente y aseguró que la prioridad de su Ejecutivo es la de recuperar el territorio envenenado. A Rejón le contestó en un tono más duro, después de que el portavoz de IU leyera una cita del psiquiatra sevillano Luis Rojas-Marcos sobre la fatalidad y explicara la etimología de las palabras culpabilidad y responsabilidad. "Cada día es más difícil entender lo que quiere decir. De lo sublime a lo grotesco, hay un paso", le espetó. Chaves reiteró que no va a haber dimisiones ni ceses y acusó a Izquierda Unida de crear "alarmismo social" al alegar cosas que no han ocurrido para "sacar rentabilidad" electoral. El anuncio se lo reservó para el final de la sesión, a una pregunta del portavoz socialista, José Caballos, quien incidió en el argumento de que la oposición ha hecho un "presentación exagerada y manipulada" del desastre ecológico lo que, a su jucio, daña los intereses generales de la comunidad. Chaves expresó su preocupación de que el Gobierno central sólo haya aprobado destinar 4.500 millones para limpiar las márgenes del cauce, una cuarta parte de la zona contaminada, cuando ya están actuando en esa zona las dos administraciones y la empresa Boliden, propietaria de la mina, se ha comprometido a asumir ese coste. El presidente se preguntó qué va a pasar con las 3.000 hectáreas restantes y si el Gobierno de la nación se "va a limpiar las manos" y "va a dejar a la Junta de Andalucía los lodos de las 3.000 hectáreas". Aunque apostó por una solución compartida y la colaboración leal, Chaves aseguró que si ocurriera ese supuesto, su Gobierno asumirá al 100% la limpieza de los lodos y la compra de los terrrenos. "Si esa colaboración no existe, la asumiremos íntegramente". MÁS INFORMACIÓN EN PÁGINA 4

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