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El Gobierno indonesio estudia hoy liberar a más de 200 presos políticos

El nuevo Gobierno reformista del presidente Yusuf Habibie tendrá hoy sobre la mesa el asunto de la libertad de más de 200 presos políticos no comunistas. Al menos, ésa era la intención de Muladi, ministro de Justicia, que ocupaba la misma cartera en el anterior Gabinete. El fiscal general, Sudjono Atonegoro, apoya al ministro y ha enviado una carta a Habibie recomendando esas liberaciones.

El más prominente de esos presos, Bintang Pamungkas, reclamó ayer desde la cárcel de Yakarta la libertad inmediata de todo los presos políticos. El líder independentista timoreño, Xanana Gusmao, uno de los posibles beneficiarios, aseguró que su lucha por Timor Oriental va a continuar.(El líder de la oposición islámica, Amin Rais, aseguró a Reuters que Habibie liberará hoy a Pamungkas y al dirigente sindical Muchtar Pakpahan. Rais, que se reunió con el presidente el sábado por la noche, dijo también que éste le comunicó que tiene previsto anunciar en un par de días un plan para celebrar elecciones antes de un año).

Insultar al presidente Suharto era un acto subversivo de primera magnitud en Indonesia, igual que manifestarse contra su Gobierno o reunirse sin permiso de la policía. Pamungkas, un intelectual musulmán y antiguo parlamentario, fue condenado a 34 meses de cárcel en mayo de 1996 por haber insultado a Suharto en una conferencia en Alemania. Ayer, el autor de «Suharto, mi enemigo» se despachó a gusto contra su carcelero, al que calificó como «el mayor dictador de todos los tiempos».

«El Gobierno debería liberar cuanto antes a todos los presos políticos», dijo Pamungkas en el patio de la cárcel de Cipinang. «Rechazamos tajantemente el uso de la palabra amnistía. Las palabras deberían ser "liberados sin condiciones" porque la libertad es un derecho».

Los encarcelados están muy seguros de sí mismos en la nueva situación. «Ha sido extraordinario para todos los presos políticos que Suharto haya dimitido», decía Gusmao, condenado a cadena perpetua en 1992 como líder de los independentistas de Timor Oriental. La pena le fue conmutada por 20 años de cárcel y ayer, Gusmao estaba desafiante. «Continuaremos nuesta lucha», dijo. «El Gobierno deberá respetar nuestro derecho a elegir», lo que en su caso es elegir la independencia.

Para quienes no se contempla la libertad es para los casi 200 presos comunistas, acusados de participar en el intento de golpe de 1965, que acabó provocando una reacción que costó medio millón de vidas y de la que emergió en 1966 Suharto para no dejar el poder hasta el pasado jueves. El Ejército indonesio es visceralmente anticomunista y sigue siendo la fuerza con la que hay que contar para dar cada paso.

El general Wiranto, jefe de las Fuerzas Armadas, continúa moviendo generales y ha apuntado que planea colocar al frente de los 17.000 hombres del Comando de la Defensa Estratégica (Kostrad) al general Djamari Chaniago, en sustitución de Prabowo Subianto, yerno de Suharto. Fuentes conocedoras del Ejército estiman que la confirmación del nombramiento de Chaniago supone que Wiranto no es tan dueño de la situación como parece. El mando del Ejército es mayoritariamente cristiano y aborrece de los militares musulmanes, facción en la que se encuentra Chaniago, a quien se atribuye implicación en los ataques de primeros de año contra la comunidad china.

Yakarta vivía ayer una jornada de normalidad. Los comercios estaban repletos de consumidores y en los hoteles ya descontaban que la rupia va a subir hoy.

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