Todos los anestesiados por Maeso los lunes por la mañana están infectados de hepatitis

Los pacientes que operó el anestesista Juan Maeso en las primeras horas de los lunes de 1997 están infectados con el virus de la hepatitis C -genotipo A1, idéntico al de este médico imputado por el juez de instrucción número 5 de Valencia en el sumario sobre el brote epidémico de la Comunidad Valenciana. El anestesista enlazaba las guardias de fin de semana en el hospital público La Fe con sus operaciones en la clínica privada Casa de Salud sin síntomas de fatiga pese a no haber dormido, según informaron a EL PAÍS en los dos hospitales.

Juan Maeso duplicó las guardias en La Fe durante 1997. Como jefe del servicio de anestesia de Maternidad podía autoadjudicarse entre 10 y 12 guardias mensuales -fines de semana incluidos- que, algunos meses, llegaron hasta 14. Así, disponía del lunes libre, día en el que concentraba la mayoría de las intervenciones en la Casa de Salud. «Este ritmo de guardias es totalmente desproporcionado», comenta un jefe de servicio del hospital La Fe. «Lo normal son tres o cuatro guardias al mes. Más guardias resultarían físicamente inaguantables. Es imposible rendir bien», añade.Maeso, profesionalmente elogiado por sus compañeros, rendía. Ni en La Fe ni en la Casa de Salud se le vio nunca fatigado. El consejero de Sanidad, Joaquín Farnós, hizo pública la supuesta adición de Maeso a inyectarse parte de los opiácesos de la anestesia. La investigación de la Generalitat valenciana apuntó la hipótesis de que Maeso podría haber usado la misma jeringuilla con la que supuestamente se inyectaba para anestesiar a los enfermos. La hepatitis C sólo se contagia por vía sanguínea. Los expertos han detectado coincidencia de genotipos entre el anestesista y los enfermos en 111 casos.

La actividad de Maeso en la Casa de la Salud se incrementó cuando este centro fue incluido en el plan de choque de la Generalitat, la propuesta de Eduardo Zaplana (PP) para acabar con las listas de espera de la sanidad pública. Zaplana presentó en mayo de 1996 dicho plan como alternativa del PP a las listas de espera acumuladas durante la Administración socialista. Así el PP desvió a 41.647 pacientes de hospitales públicos a privados. La Casa de Salud, propiedad de la Congregación de las Hermanas de Santa Ana, acogió a 2.500 de estos pacientes extras , sin aumentar por ello la plantilla o las instalaciones, según confirmó el subdirector del centro, Vicente Costa.

Maeso, igual que otros facultativos que compatibilizaban el trabajo en La Fe y en la Casa de la Salud, multiplicó su productividad en el hospital privado con el plan de choque. Las religiosas de la Casa de Salud alquilaban los quirófanos y el personal. Maeso percibía 22.000 pesetas de complemento por cada guardia en La Fe y 50.000 por cada intervención en la Casa de Salud, salarios aparte. Muchas de sus operaciones en el hospital privado no se facturaban a su nombre, sino a la sociedad Asistencia Anestésica y Cuidados Intensivos SL, constituida por él, su mujer y su hija. Según el Registro Mercantil de Valencia, la empresa no tuvo actividad en su primer año. En 1995, Asistencia Anestésica y Cuidados Intensivos SL ingresó 6.729.417 pesetas, y 9.945.955 en 1996.

La Casa de Salud no detectó anomalías en Maeso hasta enero de 1998. Entonces, tras las denuncias de Iberdrola y Telefónica sobre trabajadores infectados de hepatitis C, sometió a analíticas a su personal sanitario. La Casa de Salud expulsó el 2 de febrero al anestesista, que siguió en La Fe hasta el día 20. La Consejería de Sanidad no se enteró del brote, que afecta oficialmente a 300 personas, hasta mitad de marzo. La Generalitat no exigió a las clínicas privadas garantía de que podían afrontar contingentes extras de pacientes. La inspección oficial ratificó el buen funcionamiento. Pero el propio Farnós reconoció que faltan muchos registros de quirófano en la Casa de Salud.