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Los vecinos del Carmel y Vall d"Hebron firman la paz con el Ayuntamiento

Los vecinos de Vall d"Hebron y del Carmel han firmado la paz con el distrito de Horta-Guinardó. Así, dos de las protestas vecinales más radicales de los últimos años se desactivan después de sendas reuniones con el concejal del distrito, Albert Batlle. En las entrevistas, todas las partes hicieron gestos inequívocos de su voluntad de reconducir la situación, que ha vivido momentos de gran tensión como los que hace ocho días colocaron a Batlle al borde de la agresión física. En los encuentros primó el deseo de pasar página y de trasladar a la mesa de negociaciones la búsqueda de soluciones para el almacén de residuos y el centro de atención a los drogodependientes. De entrada, el Ayuntamiento ordenó paralizar hace dos días las obras de la planta de recogida de residuos limpios del Vall d"Hebron para favorecer el clima de diálogo. La última propuesta que el distrito planteó a los vecinos consiste en reducir un 20% el tamaño del equipamiento. El centro del Carmel sólo atenderá casos de alcoholismo y deja en suspenso la atención a otro tipo de toxicomanías en espera de otra ubicación. Los vecinos del Vall d"Hebron no se pronunciaron sobre la propuesta en espera de lo que se decida en la asamblea prevista para el próximo día 27. Quedan suspendidas las manifestaciones convocadas en el Carmel y las del Vall d"Hebron. Todas las partes evitaron sacar a colación los desafortunados incidentes en los que se vio envuelto el concejal, a quien la Guardia Urbana tuvo que proteger la semana pasada de un grupo de vecinos que llegó a zarandearlo. Los portavoces de la Asociación de Vecinos del Vall d"Hebron propusieron otros emplazamientos alternativos al almacén de residuos como el situado en la avenida del Estatut a la que el distrito objetó que plantearía problemas de acceso a los vehículos. También pidieron los vecinos que se reduzca el tamaño de la planta para la recogida de residuos como los cascotes de una obra domiciliaria, los electrodomésticos viejos o las pilas. El proyecto se financiará con fondos medioambientales de la UE y en medios ecologistas está considerado un equipamiento verde. El Ayuntamiento pretende instalar una de estas plantas en cada distrito. En Barcelona ya funciona una en Collserola, otra en Sant Martí y en los próximos días se inaugurará otra en la Zona Franca. El distrito ha cambiado su propósito inicial de instalar el centro para drogodependientes en el Carmel. El local de la calle de Sacedón sólo acogerá a pacientes alcohólicos y buscará otro lugar para las restantes toxicomanías.

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