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"Recuperar las catedrales góticas tiene un componente nacionalista", según Barral

El temor a Dios, la supeditación del poder civil al del obispo y la necesidad de cada ciudad de diferenciarse de las demás son los factores que explican el nacimiento de las catedrales góticas en el siglo XII. El catedrático de Historia del Arte, Xavier Barral (Barcelona, 1947), también resaltó ayer el componente nacionalista que implica la restauración de estos templos: "La recuperación de la época medieval permite a cada país encontrar su pasado".

Barral, que fue director del Museo Nacional de Arte de Cataluña, imparte clases de Historia del Arte Medieval en la Universidad de Rennes (Francia) y dirige la Universidad de Verano de Cataluña. Ha participado en el Congreso sobre Restauración de Catedrales Góticas que se celebra en Vitoria para identificar el contexto y las circunstancias en las que nacieron estos templos. Según Barral, uno de los interrogantes más interesantes que plantea el período gótico, que abarca desde el siglo XII a comienzos del XVI, es la forma en que se produjo la transición desde el románico. "En algunas regiones europeas", señala, "el gótico se implanta a mitad del siglo XII, pero en cambio, durante toda la segunda mitad de ese siglo, en el sur de Francia y en España se continua haciendo románico. Es imposible que con el nivel de preparación que tenían los arquitectos en esa época no supieran que se estaba implantando el gótico. Pero, no se sabe muy bien porqué, ellos siguieron con el románico". El catedrático acepta como "una buena interpretación" la visión contemporánea de que la sensación de monumentalidad que ofrece el gótico perseguía empequeñecer al hombre de la época medieval ante la imagen de un Dios todopoderoso. "El gótico", dice, "es una forma de arte abierta al futuro y hacia una dimensión espiritual. Pero además del temor a Dios, hay otra teoría más materialista. Las ciudades invertían su riqueza en hacer una catedral más grande y diferente que la de las urbes vecinas. La catedral era la imagen física del poder espiritual, del poder real del obispo. Todo obispo quería tener la mejor catedral". El arte medieval se olvidó desde el renacimiento al ser considerado como un periodo oscuro de transición, de desorden. Pero a mitad del siglo XIX se revaloriza el gótico. ¿Por qué? "Por razones nacionalistas", afirma Xavier Barral. "La Alta Edad Media es el espacio en el que cada país, cada región, cada nación, intenta encontrar su pasado propio, diferente al del vecino. Para encontrar un pasado propio, ni la etapa del arte romano ni el renacimiento sirven, porque son artes que engloban a toda Europa, de un carácter más universal". Así, la Alta Edad Media se configura como el período más cercano con identidad propia. El esfuerzo que representaba la construcción de una catedral sólo es comparable a la vitalidad que se desencadenaba en la ciudad mientras duraban las obras. "La construcción de un gran templo en aquella época", explica el catedrático, "suponía la misma vitalidad para una ciudad que lo que en la actualidad pueden suponer unos juegos olímpicos para la ciudad donde se desarrollan. Una catedral imponente generaba fama, economía y una gran dimensión turística".

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