Un cuchillo veloz en el campo

El tren de alta velocidad que unirá las tres capitales atemoriza a los agricultores vascos, que observan el proyecto como una fractura irreversible no sólo de lindes y parcelas, sino también de un espacio mitificado, el rural, que se verá degradado en su "calidad de vida". Medio centenar de agricultores del sindicato EHNE se concentraron ayer ante el palacio Goikoa de San Sebastián, donde se expone el proyecto de la Y vasca para expresar su oposición a la alta velocidad. Una mesa sobre la que colocaron una traviesa de vía estrecha, reproducciones de un caserío y de animales estabulados y un tiesto con plantas simbolizaron la apuesta de los agricultores por preservar el entorno rural del tren que atravesará como un cuchillo en línea recta "al menos 500 hectáreas" de terrenos dedicados a la agricultura y la ganadería. Una pancarta con el lema Lur barik, nekazaritzarik ez (Sin terrenos no hay agricultura) resumía el aluvión de temores que ha desencadenado la futura red ferroviaria en alta velocidad entre los trabajadores del campo. Unsalu Salterain, presidente de EHNE en Vizcaya, comparó el proyecto de la alta velocidad "con un avión" y enumeró las numerosas afecciones que, a su juicio, revelan "la enorme descompensación entre los beneficios y los costes económicos, sociales, ambientales y culturales": la fragmentación de miles de explotaciones, la devaluación patrimonial de edificios centenarios (caseríos), el cambio de manantiales y flujos de agua para el régimen hidrológico de los cultivos y pastos y la pérdida de empleos en el agro vasco. Retirada del proyecto Los agricultores exigen la retirada del proyecto que promueve el departamento de Transportes,que dirige José Antonio Maturana, y del que también hacen responsables a los consejeros de Ordenación del Territorio, Patxi Ormazabal, y Industria, Agricultura y Pesca, Javier Retegi. Eduardo Aginako, coordinador del sindicato agrario en Alava, sostuvo que "el TAV no tiene validez técnica ni legal y elimina cualquier planteamiento de servicio ferroviario de cercanías, además de ir contra las Directrices de Ordenación Territorial". El sindicato de baseritarras presentará la semana próxima alegaciones contra el proyecto y estudiará si es viable presentar una denuncia en el juzgado, al amparo de presuntas irregularidades en la tramitación. EHNE argumenta que el trazado del tren de alta velocidad incumple la legislación vigente sobre ordenación territorial y protección del medio ambiente y las directrices. Apoyados en la premisa de que "el suelo es patrimonio de los agricultores", éstos exigen al Gobierno vasco que arbitre "mecanismos claros" para la protección de los terrenos rurales "como base de futuro de una agricultura que genere empleos, produzca alimentos de calidad y gestione de forma equilibrada el territorio".