Interior vincula al joven al que le estalló una bomba con los "comandos Y"
La Ertzaintza investiga la relación de Urko Labeaga García, el joven de 26 años al que le explotó en la noche del lunes una bomba de fabricación casera que pretendía colocar en un edificio de Telefónica de Getxo, con los comandos Y de apoyo a la organización terrorista ETA. La hipótesis más probable es que Labeaga no se hubiese integrado aún en el núcleo de la organización terrorista. Colaborador de la izquierda abertzale, fue sorprendido en 1995 pegando carteles.
El sabotaje fallido de Labeaga, hijo de un ex concejal de HB en Sopelana (Vizcaya), puso en marcha una operación policial durante la misma madrugada. La policía vasca rodeó desde las tres de la madrugada la casa de los padres de Labeaga y, tras esperar la autorización de la juez de guardia de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, entró sobre las 14.30. en el domicilio, situado en Sopelana.Paralelamente, miembros del Cuerpo Nacional de Policía detenían en Hondarribia (Guipúzcoa) a la novia del saboteador y a dos personas que se encontraban con ella, poco después de que visitaran al herido en el hospital. Gestoras Pro Amnistía informó que los arrestados son Ainara Obeso, Josu Iratxagorria e Izaskun Gracenea. Posteriormente, la policía detuvo a otra persona. Todos ellos fueron puestos en libertad a última hora de ayer tras probarse que su relación con Labeaga es circunstancial. La Audiencia Nacional autorizó a ambos cuerpos policiales seis registros domiciliarios.
Tras la deflagración, el herido fue trasladado del hospital de Cruces en Barakaldo a Nuestra Señora de Aranzazu de San Sebastián, donde fue intervenido. El saboteador presenta quemaduras en el 7% de su cuerpo y heridas, con amputación del dedo pulgar de una mano. Su estado es grave.
El artefacto que le estalló en las manos a Urko estaba compuesto por pólvora, cloratita y un mecanismo de iniciación con un reloj digital. Fuentes policiales indicaron que el artefacto de era de fabricación casera". La policía cree que Urko, que llevaba gafas y una peluca para no ser reconocido en el momento del sabotaje, actuó solo. Los investigadores se inclinan por relacionar a Labeaga con algún comando Y de violencia callejera, pero no en ETA. El propio consejero de Interior, Juan María Atutxa, dijo a Efe que "sería muy aventurado hacer afirmaciones, pero yo creo que no lo es [etarra]". Labeaga fue sorprendido colocando carteles del entorno político de ETA en enero de 1995. Después fue detenido por la Policía Municipal de Sopelana en marzo de ese año cuando intentaba robar la lista de reclutamiento de mozos del consistorio en una acción realizada por un grupo antimilitarista abertzale.
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