La oposición indonesia exige la salida de Suharto para evitar otra matanza
Indonesia cogía ayer aire, tratando de recuperarse de la más sangrienta semana vivida en los últimos 30 años, y se preparaba para lo que pueda ocurrir el próximo miércoles, fecha fijada por la oposición para una jornada nacional de manifestaciones que hasta los propios convocantes temen que puedan acabar en un baño de sangre. "Suharto será responsable de las nuevas muertes que puedan producirse de aquí en adelante", dijo ayer
Amien Rais, líder de una organización musulmana con 28 millones de afiliados y uno de los más activos oponentes al hombre que dirige Indonesia desde hace 32 años. La dimisión de Suharto es ya la condición in dispensable de la oposición para detener la debacle.
"Lo que ha pasado ha sido horroroso", afirmó uno de los 42 españoles evacuados ayer a Singapur al relatar la situación vivida en Yakarta durante los saqueos en los que murieron 500 personas. Pasa a la página 2
La oposición se agrupa en bloque contra Suharto para sacar a un millón de manifestantes a la calle
Mientras políticos y soldados barajan el futuro de Indonesia, las calles de Yakarta vivían ayer una normalidad que era noticia tras haber sufrido daños que comienzan a ser evaluados en decenas de miles de millones de pesetas. Después de que la capital pareciera una ciudad fantasma el viernes y el sábado, ayer volvía a haber algún tráfico y en los barrios habitados por la minoría china, se apartaban las chatarras de los coches que habían sido pasto de la llamas entre edificios de los que se diría que habían su sufrido un bombardeo de no ser por la ausencia de cráteres en las calzadas. La carretera del aeropuerto, tomada en la segunda mitad de la pasada semana por quienes huían despavoridos, tenía ayer una circulación fluida. A media tarde, el aeropuerto estaba también recuperando la normalidad perdida: tras unas jornadas frené ticas, algunos aviones despegaron con plazas libres. La nueva cita con el miedo es para el miércoles.
