Arenas: "Los pensionistas no perdonarán a Borrell"

El Gobierno cree haber encontrado un filón en la denuncia del candidato del PSOE, José Borrell, sobre el supuesto déficit oculto de la Seguridad Social. Como un efecto bumerán, los populares están utilizando este argumento contra Borrell desde que éste lo sacara a la luz el pasado martes en el debate sobre el estado de la Nación. Ayer, el ministro de Trabajo, Javier Arenas, fue el último en advertir en Sevilla las consecuencias que va a tener, a su juicio, esta denuncia: "Se está intentando minar el sistema de pensiones de la Seguridad Social. Los mayores no van a perdonar lo que está haciendo Borrell".La celebración de una convención del PP andaluz, a la que asistieron en representación del Ejecutivo Arenas y el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, mostró la euforia de los populares tras el primer enfrentamiento parlamentario entre Borrell y José María Aznar. Arenas aventuró que la estrategia desplegada por el candidato socialista conduce a una oposición "marginal". "Lo peor de una oposición es que sea marginal, y ésta en marginal e irresponsable. Los pensionistas tienen garantizadas sus pensiones", añadió Arenas, que sostuvo que los sindicatos han tenido una actitud "responsable" en este asunto. Cascos arremetió contra el proceso de primarias del PSOE para elegir candidatos, y lo contrapuso con la solidez de las candidaturas populares. "Otros arreglan sus pleitos con primarias porque no pueden comparecer ante los ciudadanos", dijo Cascos, que apuntó que las primarias son "para perder", mientras que las convenciones que está celebrando el PP en todas las comunidades son "para ganar".

Libertad

Animado por los aplausos de los dirigentes del PP andaluz, del que Arenas es presidente, el ministro de Trabajo aseguró: "Nosotros garantizamos a los pensionistas su libertad, no queremos un voto por sus pensiones, que es como se hacía antes".

El ministro se remontó a 1996 en su explicación sobre la solvencia de la sistema de pensiones. Así, dijo que cuando se produjo el relevo en el Gobierno central tras las elecciones del 3 de marzo, había una "insuficiencia financiera de 500.000 millones de pesetas" en la Seguridad Social.