"Cabeza de Amo"

En la última página de EL PAÍS del 6 de mayo he leído la columna del señor De Azúa titulada Barceló. Y quiero agradecerle las magníficas líneas que dedica a este gran artista español y, sobre todo, a su escultura Cabeza de Amo. Yo también he tenido el privilegio de ver hace algunas semanas esta exposición en el MACBA y quedé completamente fascinada y a su vez conmovida por la Cabeza de Amo. Estuve contemplándola durante largo rato sin poder desprender mi mirada de ella. Yo también pude oír su «suspiro entrecortado, su susurro parecido a una cantinela o a un rezo». Su fragilidad y su gran mancha oscura en la mejilla me hablaron muy bajo, me dijeron todo el sufrimiento de África, de sus gentes, de sus niños, y también de la humanidad. Fue tal la fuerza del mensaje que me transmitió que, de haber podido hacerlo, hubiera acercado mi mejilla a la suya y la hubiera cubierto de besos para intentar consolarla. Hubiera llorado con ella y por ella.Gracias, señor Barceló, por esta escultura tan sencilla pero a la vez tan prodigiosa. Gracias por esta «cosa viva, arrancada de la nada mediante la más antigua y misteriosa de nuestras habilidades». Gracias por su gran arte.-