Una sentencia condena a la clínica El Consuelo a indemnizar a un paciente con hepatitis C

Una sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia, fechada ayer, condena a la clínica Virgen del Consuelo y a un cirujano del centro privado a indemnizar a un paciente infectado de hepatitis C que fue operado en la clínica en noviembre de 1986. La sentencia estima que el contagio se produjo a raíz de una transfusión -antes de 1990 no había test de detección de la hepatitis C-, pero la clínica asegura que sólo se produjo "alimentación por vía parenteral", a través del suero. Contra la sentencia, que no es firme, el centro va a interponer recurso de casación.

El abogado de la clínica señaló ayer a EL PAÍS que en primera instancia hubo una sentencia desestimatoria frente a la reclamación presentada por el paciente contra el centro sanitario y el cirujano que le intervino quirúrgicamente, una vez comprobado que era portador del virus de la hepatitis C. La sentencia condenatoria de ayer estima ahora el recurso presentado por el perjudicado contra aquella primera sentencia. El letrado no quiso facilitar la cifra de la indemnización, pero aseguró que "es alta". "Esta sentencia es hija de la sensibilidad social alarmante de estos días", manifestó el abogado, en referencia al brote de hepatitis C detectado en dos hospitales valencianos. El letrado afirma haber facilitado a los tribunales "documentación que acredita que no hubo transfusión sanguínea, sino alimentación por vía parenteral". José Siles, presidente del grupo Nisa (del que forma parte la clínica Virgen del Consuelo), se enteró de la sentencia a través de este diario y mostró su sorpresa en dos sentidos: "De haberse producido una transfusión, nosotros recibimos la sangre del Centro de Transfusiones", dijo, en referencia a los controles que deben realizarse a las partidas de sangre y plasma. Siles añadió que en 1986, cuando se operó el adolescente hoy infectado, aún no se conocía la hepatitis C (sólo se habían descubierto las hepatitis A y B y la llamada no-A, no-B). El centro sanitario presentará recurso de casación contra la sentencia de ayer, que considera "un atentado contra los principios básicos del derecho". La infección, estima el tribunal, se produjo mediante sangre contaminada de VHC (el virus de la hepatitis C), pero la clínica asegura que no se suministró al paciente ni hemoderivados ni plasma sanguíneo. Esta sentencia condenatoria, que no es firme, podría suponer, a juicio de los condenados, una avalancha de denuncias de pacientes contagiados tras ser sometidos a intervenciones quirúrgicas y cuya hepatitisC no guarda relación con el brote epidémico detectado en la Casa de Salud y La Fe, según el informe provisional de la comisión de expertos que asesoran a la Consejería de Sanidad. Este informe ciñe el brote a 111 pacientes (el número total de infectados supera los 340), cuyo genotipo es idéntico -el 1-A- y poco frecuente en el Mediterráneo. Todos ellos, según los expertos, tenían marcadores negativos anteriores a la intervención. El informe señala a un único anestesista como foco de contagio de 33 de esos pacientes (cuyo virus ya ha sido secuenciado), y considera que los casos que "no guardan relación con este brote", se deben en su mayoría a la incidencia habitual de la enfermedad, que afecta al 2% de la población.