Investigación judicial francesa a firmas españolas de recambios de coches

La policía judicial francesa, al amparo de una comisión rogatoria concedida por España a solicitud de un tribunal de Bayona, investiga si algunas fábricas de recambios de coches españolas producen piezas con las marcas Renault, Peugeot y Citroën. Los productores franceses acusan a las empresas españolas de violar la ley de propiedad intelectual de su país. Los fabricantes españoles sostienen que esa práctica no es ilegal en España y que la postura francesa atenta contra la libre competencia.

La policía francesa está desde el martes pasado en España para registrar, acompañados de secretarios y jueces españoles, fábricas de piezas de recambio para automóviles. Entre las empresas visitadas figuran tres en Barcelona y tres en Bilbao, San Sebastián y Cantabria.Los agentes se han trasladado a España a petición de un tribunal de la localidad francesa Bayona, ciudad donde se han concentrado todas las denuncias de los tres grandes fabricantes de automóviles de Francia -Renault, Peugeot y Citroën- contra los fabricantes españoles a los cuales acusan de violar la ley de propiedad intelectual francesa que prohíbe producir, vender o transportar en y por territorio francés piezas de recambio registradas bajo estas marcas. En los últimos tres años, más de 30 camiones han sido detenidos por la policía francesa en su jurisdicción y les han sido requisadas las piezas de recambio de estas marcas fabricadas en España. El conjunto de empresas dedicadas a la fabricación de estas piezas en España, facturó 2,9 billones en 1997, de las cuales 1,44 billones procedieron de las exportaciones.

Miguel Ángel Cuerno, presidente de la Asociación Española de la Carrocería (Aecar) ha denunciado que esta práctica altera la competencia en la reparación de automóviles y advierte que la misma conduce al monopolio en el servicio de mantenimiento de los coches.

Competencia

El conflicto entre los fabricantes de coches franceses y las pequeñas y medianas empresas españolas fabricantes de piezas de recambio para los constructores e incluso para el mercado directo de talleres, consiste en que los fabricantes quieren que se les garantize la exclusividad de la producción de las piezas por un periodo que tratan de alargar hasta los 10 años, para recuperar lo invertido en la investigación y el desarrollo de esas piezas. Los pequeños fabricantes, por su parte, quieren que se les permita fabricar esas piezas desde el primer momento en que están en el mercado.En este momento, en trámite de conciliación en la Comisión Europea, está la directiva del eurodiseño, que intentará buscar una solución teniendo en cuenta los intereses de ambas partes y de los usuarios.

En 1997, Francia realizó siete operaciones de decomiso alegando que las piezas eras falsificadas y vulneraban el derecho de propiedad industrial de los fabricantes. Javier Valiente, consultor de la campaña europea para la libertad del mecado de recambio dijo en enero pasado que los decomisos "no están justificados pues tratan de piezas homologadas y creadas en España, donde la ley no permite la protección de diseño de piezas de recambio".