Camps trata de desactivar la presión social por la falta de centros escolares

El responsable autonómico de Educación, Francisco Camps, viajó a Alicante ayer por la tarde para tratar de desactivar la presión social de padres, alumnos y profesores que, a lo largo de la semana pasada y en lo que va de ésta, se han manifestado diariamente en las calles alicantinas en contra del deterioro de la enseñanza pública y la falta de institutos de Secundaria en condiciones. Así las cosas, Camps recurrió al convenio firmado por Educación y el Ayuntamiento de Alicante el verano pasado (un acuerdo por el que la alcaldía adelantará la financiación para construir seis nuevos centros) y anunció que acaban de salir a concurso público los centros de Playa de San Juan y Mil Viviendas y que, a finales del verano, comenzarán las obras de adecuación del Figueras Pacheco, Miguel Hernández, el Virgen del Remedio y de otro centro de FP. Con todo, si se respetan los plazos normales, las obras no estarán terminadas antes de 18 meses. El esfuerzo de Camps por rebajar presión a las manifestaciones y protestas de momento no ha surtido efecto. Los padres de varios institutos alicantinos prosiguieron ayer con la escala de manifestaciones convocadas hasta finales de este mes. Un centenar de padres de los alumnos de los centros San Blas, San Fernando y Santo Domingo se concentró ayer ante la sede alicantina de Educación, en protesta por el proceso de adscripción de los alumnos de Primaria que deben de pasar a Secundaria, que obligará a los jóvenes a cambiar de centro. Críticas socialistas En Valencia, la situación no es muy distinta. El déficit tradicional que la capital valenciana padece en materia de centros escolares está tensando más, si cabe, la relación entre los agentes educativos y la Generalitat, debido a las agudas diferencias que ambas partes tienen sobre el proceso de matriculación y solicitud de plazas de alumnos de Secundaria, que acaba de iniciarse. La concejal socialista del Ayuntamiento de Valencia, Ana Noguera puso ayer en cuarentena el convenio de colaboración para la construcción de cuatro centros escolares y dos institutos con la misma fórmula de colaboración entre la alcaldía y la Generalitat que en Alicante, que se aprobó en diciembre. Noguera calificó el convenio de "simple protocolo de intenciones, que difícilmente podrá llevase a cabo". El acuerdo, según contempla el documento firmado por la alcaldesa Rita Barberá y el consejero de Educación, debería de ejecutarse a lo largo de este año y el siguiente. Pese a los temores socialistas, el teniente de alcalde, Alfonso Grau, ha respondido, asegurando que el convenio se cumplirá en los plazos previstos. Sin embargo, para el PSPV, el retraso ya en estas fechas es ya considerable: "Han pasado cinco meses y todavía habla el equipo de gobierno de expropiaciones. Si aún estamos ahí, el convenio no podrá cumplirse", agregó Noguera.