La Estrella de la esperanza

Ya tenemos aquí una voz que puede alentar todas las esperanzas: Estrella Morente, 17 años. Llevamos tiempo quejándonos, aficionados y especialistas, de que el cante parece enquistado en generaciones pasadas, sin que salgan alternativas interesantes de relevo para voces como la de Camarón, Mercé o Carmen Linares.Oyendo a Estrella Morente es legítimo pensar que ella puede ser quien rompa esa negativa trayectoria. Tiene una voz de ensueño, la utiliza con rara inteligencia en el cante -sus bellísimas transiciones de tonos en el taranto, por ejemplo-, aborda un repertorio amplísimo y de variada estirpe y elige las letras con acierto, en lo que sin duda ha tenido un maestro sin par en casa.

Dotada con tan formidable arsenal artístico, hay que reconocer que esta hermosa criatura entra por la puerta grande en el ruedo del cante. Apenas ha iniciado su andadura profesional -éste fue su segundo concierto en Madrid- y desde el primer momento ha concitado expectaciones fuera de lo común. Después de oirla genera igualmente el beneplácito unánime de los oyentes. No hay controversia: por ahora, todos estamos de acuerdo en que nos hallamos ante una cantaora que va a hacer historia, que probablemente la está haciendo desde ahora mismo. Esperemos que Estrella asuma con la cabeza fría tantos triunfos como se le avecinan, teniendo muy presente que también «se puede morir de éxito» en una carrera tan compleja como todas las que se inscriben en el mundo del arte.

También Paco del Pozo fue bien acogido. Sin embargo no acabó de convencerme. Me parece que está adquiriendo algunos de los vicios frecuentes en jóvenes cantaores. Tienen facultades y quieren apurarlas al máximo, y entonces prolongan los tercios excesivamente, abusan del quiebro y reinciden en el gorgorito. Todo de masiado convencional.