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Los maestros cobrarán 21.500 pesetas más cuando dependan de la Comunidad

Gustavo Villapalos se propone darle a la educación no universitaria madrileña algo más que un lavado de cara. El consejero de Educación y Cultura aprovechó el pleno monográfico de ayer -solicitado por IU con intención de analizar las carencias del sistema educativo y el retraso en las transferencias- para anunciar el nacimiento de lo que bautizó como "plan escolar". El proyecto del consejero consiste en una inyección adicional de 118.000 millones de pesetas para los próximos cinco años (de 1999 al 2003, ambos inclusive), un dinero con el que su Gabinete pretende situar la hoy maltrecha escuela madrileña "en la primera línea" del panorama nacional.El primer efecto tangible de este plan escolar lo experimentarán en su bolsillo los profesores. La Comunidad equiparará sus retribuciones a las de otras regiones con las competencias transferidas, lo que se traducirá en unas 21.500 pesetas mensuales más en la nómina de los maestros madrileños. Esa subida rondará las 23.500 pesetas en el caso de los profesores de enseñanza secundaria.

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En Madrid trabajan 39.620 funcionarios docentes. Su sueldo bruto mensual ronda las 230.000 pesetas en el caso de los profesores de primaria que aún no perciban trienios ni sexenios. La subida que viene se aproxima, por tanto, al 10%. Mayor aún será la alegría que se lleven el próximo 1 de enero los 13.500 contratados en los centros concertados: sus emolumentos también se equiparán a los de la enseñanza pública, con el añadido de que ahora vienen cobrando unas 20.000 pesetas menos que sus compañeros funcionarios.

El plan de Villapalos es independiente del proceso de transferencias desde la Administración central, que se concretará el día de Año Nuevo. La Comunidad recibirá entonces una cantidad semejante a la invertida en la educación madrileña no universitaria durante 1998 (unos 243.000 millones), más un suplemento aún por determinar para la implantación de la LOGSE en Madrid, lo que implica construir nuevos centros de secundaria. Los sindicatos han calculado que este añadido no debía bajar de los 85.000 millones, pero a estas alturas se antoja difícil que el ministerio conceda más de 60.000.

La cuestión estriba en que la Consejería de Educación y Cultura entiende que la situación actual de las escuelas e institutos madrileños no es, ni de lejos, la más adecuada. Villapalos no tuvo reparos en hablar ayer de "carencias", y de hecho describió el panorama actual con bastantes más sombras que luces. Recordó que Madrid es la comunidad autónoma con un índice de fracaso escolar más alto de todo el Estado, con las únicas excepciones de Ceuta y Melilla; admitió que cerca del 60% de los alumnos de primero y segundo de ESO aún cursan sus estudios en centros de primaria, y se lamentó de que el número de alumnos por aula se haya disparado en un buen número de centros.

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Inyección doble

El plan de choque incluye la escolarización de todos los niños de 3 años y nueva tecnología

El saneamiento de la educación infantil, primaria y secundaria guarda cierto paralelismo con el que la Comunidad de Madrid puso en marcha con las universidades públicas. Los rectores se fotografiaron sonrientes el año pasado tras recibir una inyección de 60.000 millones de pesetas para los próximos cinco años. La dosis que la consejería de Hacienda reserva para la escuela es doble: 118.000 millones en el mismo periodo de tiempo.Las partes involucradas en la negociación se decantan por que las dos partidas mejor dotadas, con unos 20.000 millones cada una, se destinen a compensación educativa y a un plan de calidad tecnológica. La inversión en educación compensatoria llega después de un año en el que el convenio por la calidad de la enseñanza en el sur y el este, firmado en septiembre por las tres administraciones, ha dado un resultado dudoso: la Comunidad sólo aportó 261 millones de pesetas, y la dirección provincial ya ha confirmado que en esos distritos depauperados desaparecerán 17 aulas de primaria, 54 de secundaria y la supresión de dos colegios completos: el Eduardo Callejo (Carabanchel) y Los Cármenes, en el distrito de Latina.

En cuanto a la renovación tecnológica, los 20 millardos deben servir para algunas mejoras llamativas en las aulas, como la proliferación de equipos informáticos multimedia para niños a partir de 8 años o la reducción de la ratio [alumnos por clase] en el caso de las asignaturas de idiomas. En esa partida se incluye también el refuerzo de los departamentos de orientación encargados de incentivar a los alumnos problemáticos o que presentan trastornos graves de conducta.

Villapalos también anunció que sus cifras incluyen la universalización de la enseñanza infantil para alumnos de 3 años, que ahora apenas alcanza el 60% del total. El pacto escolar permitirá alcanzar la frontera de las 15.000 plazas escolares para menores de seis años, casi el doble de las que existen en la actualidad. La proporción de profesores tenderá a ser casi de tres por cada dos unidades.

Aunque 118.000 millones de pesetas son bastantes, la oposición no los considera suficientes para llevar a la enseñanza madrileña a niveles de verdadera calidad. El portavoz de IU en educación y promotor del pleno de ayer, Jaime Ruiz, presentó una propuesta detallada que eleva el importe del plan de choque a 172.307 millones. El plan de Ruiz sube las necesidades de la educación para adultos hasta 5.000 millones e incluye un elemento que Villapalos no contemplaba: la gratuidad de los libros de texto y de buena parte del material escolar.

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