Las Cortes de Castilla y León apuestan por el diálogo sobre la situación de Treviño. El alcalde de Treviño retrasa dos semanas su dimisión

Todos los grupos parlamentarios de las Cortes de Castilla y León se mostraron ayer partidarios del diálogo y el consenso político para solucionar los problemas del Condado de Treviño y conseguir una posición común sobre el contencioso del enclave burgalés en Álava. Ninguno de ellos apoyó la segregación de Treviño, mientras en las tribunas de la Cámara representantes vecinales del enclave manifestaban que se están conculcando los principios fundamentales de la democracia "al no querer escuchar las legítimas opiniones de los habitantes del Condado y no dar una solución a una situación de crisis social y política". En su intervención ante la Cámara el presidente de la Junta de Castilla y León, el popular Juan José Lucas, ofreció "diálogo, entendimiento y cooperación", para avanzar en la solución. Lucas reiteró el respaldo de su Gobierno a cuantas iniciativas puedan servir para mejorar el grado de bienestar de los treviñeses, pero aseguró que el problema responde "a criterios de oportunidad política, suscitados desde unas posturas ideológicas bien definidas". El socialista Octavio Granado anunció que su grupo está dispuesto a participar en esa negociación "siempre bajo el prisma de que el problema es político".IU pidió actuaciones concretas "tras mucho tiempo de inoperancia de la Junta". El PP defendió la postura gubernamental y afirmó que ley y diálogo han sido la inspiración del informe de la comisión de enclaves del Senado. Las Cortes aprobaron 20 de las 31 propuestas de resolución presentadas por los grupos a la comunicación de la Junta contraria a la segregación. Entre ellas destacan la creación de una ponencia específica en las Cortes regionales que canalice el diálogo y la petición a la Junta para que, antes del 30 de junio, presente en el Parlamento regional un proyecto de descentralización administrativa para el enclave. Mientras se celebraba el pleno en Valladolid, el alcalde y los concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Treviño daban marcha atrás y aplazaban su dimisión aproximadamente dos semanas, hasta cerrar varios trámites municipales pendientes, informa Eduardo O. de Arri. Los cuatro corporativos habían previsto hacer oficial su decisión ayer, durante el pleno ordinario, aunque la pospusieron "con el fin de evitar un largo vacío de poder, sin resolver varios de los expedientes presentados hasta esta fecha". Este aplazamiento no varía las intenciones de dimitir de los concejales del PP, según aclaró el propio alcalde, Ernesto Argote. La decisión unánime se tomó como consecuencia de la negativa de las autoridades castellano-leonesas a conceder un referéndum a los dos ayuntamientos del condado para que sus habitantes decidan si desean seguir perteneciendo en Burgos o incorporarse a Álava. De inmediato, todos los representantes populares en Treviño, partidarios de la votación, anunciaron la dimisión y su baja como afiliados del partido. El PP burgalés se ha visto con serios problemas para sustituir a los concejales dimisionarios. El grupo de la oposición en Treviño acusó al equipo de Argote de "colaboracionismo con Burgos" por retrasar su salida de la corporación. "La resolución de los expedientes en curso es un argumento que no se sostiene. ¿Cuáles son los asuntos pendientes más importantes? En realidad, siempre que se produce una dimisión se quedan temas colgando", razonó Ignacio Portilla, portavoz de la Agrupación Electoral Independiente (AEI).