La Bolsa española acumula una pérdida del 4,5% desde el pasado lunes
La Bolsa española ha descontado desde el pasado lunes un 4,50%, anulando así la supuesta celebración del éxito de la cumbre del euro. Ayer, la Bolsa de Madrid perdió el 2,13%, la segunda caída en importancia en Europa detrás de Lisboa, que bajó un 3,17%, y abría una serie de interrogantes de difícil respuesta para los analistas. El índice general de Madrid quedó en 852,04 puntos, un 9,24% por debajo del máximo histórico que representaba la mejor valoración que el mercado podía hacer de una coyuntura manifiestamente favorable.
Los analistas trataban de restarle importancia al hecho de que la Bolsa española fuera una de las que más bajaban en el continente, aunque esto no encaje con la evidencia de que la economía española es una de las más favorecidas por el esfuerzo efectuado para alcanzar los niveles de convergencia.La explicación puede estar, según Valentín Fernández, analista de Crédit Lyonnais Securities, en el efecto multiplicador sobre la Bolsa española del mercado de futuros.
Todas las buenas noticias se han descontado al máximo y el mercado de valores se encuentra dentro de una fase correctora cuyo fondo se desconoce. A esto hay que añadirle que esta Bolsa «está gobernada por los futuros» y que las tomas de posiciones o su desmantelamiento suelen tener siempre el efecto de un acelerador de tendencia.
Esta explicación resulta totalmente plausible, ya que el conjunto de las bolsas europeas se encuentra inmerso en la misma fase correctora, que demuestra que los logros de la cumbre europea se han inscrito en el terreno de las divisas, donde el euro está llamado a ser importante, pero que los mercados de valores deben tener en cuenta la situación de las empresas y de los mercados en su conjunto, además de seguir de cerca las fricciones de la Unión Europea. Hay una cuestión monetaria que parece resuelta satisfactoriamente y otra política que todavía va a dar problemas, a lo que hay que añadir la tendencia de los mercados.
La Bolsa de Lisboa perdió un 3,17%, la de Francfort el 1,89%, París un 1,04%, Milán el 0,92% y Londres un 0,91%. De estos datos debe concluirse que Italia sale especialmente favorecida de esta situación y que a Londres le va bien mantenerse al margen, aunque en esta ocasión debe tenerse en cuenta la estrechez de cada mercado, es decir, su capacidad para manejar niveles más o menos grandes de oferta y demanda.
En cuanto a la Bolsa estadounidense, volvió a registrar fuertes pérdidas y perdió el nivel de los 9.000 puntos. El índice Dow Jones cerró la sesión con un retroceso de 77,97 puntos y quedó en 8.976,68. En el resto de los mercados cabe destacar la continuidad en la tendencia a la baja del dólar estadounidense, que registró un cambio medio de 149,7 pesetas y 1,7623 marcos, y un nuevo repunte en la rentabilidad de la deuda española a 10 años, que se situó en el 5,16%.
La tensión entre los tipos de interés a corto y largo plazo se agrava cada día y esta situación se mantendrá en tanto no se decida el nivel de convergencia de los tipos oficiales en Europa, pero ayer mismo responsables del Bundesbank afirmaban que no hay necesidad de un tipo de convergencia inmediato. Una posibilidad que fue puesta en duda por el futuro presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, quien no descartó ante el Parlamento Europeo que suba el precio del dinero en los países del euro, aunque de forma temporal.
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