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ARTE

La estética radical de El Greco se expone junto a sus cuadros más populares

La exposición El Greco, conocido y redescubierto, inaugurada ayer en la sala de la Fundación Central Hispano, con la asistencia de la infanta Cristina, presenta 22 cuadros, entre ellos el apostolado (los retratos de cada uno de los 12 apóstoles) de la colección del marqués de San Feliz, de Oviedo. Estas obras se muestran al público madrileño por primera vez tras su restauración. Junto a la faceta de estética radical del pintor, con la primera versión de sus series de apóstoles, aparecen piezas más populares de otras colecciones. El montaje se presentó por primera vez en marzo y parte de abril en la Fundación Fondo de Cultura de Sevilla (Focus). En junio se trasladará al Museo de Bellas Artes de Oviedo.

Una Anunciación pintada por El Greco (1541-1614) en su última etapa, que fue un encargo para la capilla del Hospital Tavera, de Toledo, y hoy incluida en la colección del Central Hispano, abre la exposición inaugurada ayer, calificada ayer de "exquisita" por Javier Aguado, director de la Fundación Central Hispano, y "espléndida" por Francisco Morales Padrón, director de la Fundación Focos. El banco Central Hispano patrocina la muestra. Para el comisario de la exposición, Alfonso E. Pérez Sánchez, ex director del Museo del Prado, esta muestra presenta la imagen del pintor "aislado en su estética radical y afirmado en su propio estilo", en cuadros como los del apostolado del marqués de San Feliz, y también en otras piezas "más devocionales y menos imaginativas", como San Francisco, Santo Domingo y San Pedro en lágrimas.El proyecto de la exposición está basado en el apostolado (serie de 12 cuadros que representan a cada uno de los apóstoles) de la colección del marqués de San Feliz, de Oviedo. Pérez Sánchez señala que había "una sombra" sobre este conjunto de 12 cuadros que ahora se exhibe al gran público después de su restauración. Estas labores permitieron a los expertos confirmar que todos ellos son obras nacidas en el taller de El Greco.

Tras su limpieza, sobre todo de los retoques sufridos en el siglo XVIII, se pudo apreciar su "extraordinaria calidad". Al mismo tiempo, aparecieron unos documentos relacionados con las intervenciones realizadas sobre los cuadros para "suavizar tensiones y crispaciones religiosas", lo que en realidad significó falsear la obra original.

Los retoques fueron realizados por Rafael Alonso y Almudena Sánchez, restauradores del Museo del Prado y expertos en El Greco. En el catálogo de la muestra se explica con fotografías este proceso, con detalles referidos al soporte, la capa pictórica, la limpieza, el tratamiento y la reintegración de las faltas de color.

Carmines ocultos

Las capas de pintura se han mantenido por su "solidez mineral", según Pérez Sánchez, quien como curiosidad comentó que en los retoques del siglo XVIII "los carmines sublimes" del apóstol san Juan se habían ocultado bajo una capa de un "tono de chocolate".Los estudios realizados sobre este apostolado indican que es el primer modelo que después el artista repetiría en otras ocasiones, como los apostolados de la catedral de Toledo y del Museo del Greco. También se tiene noticia de otros dos apostolados incom-pletos, cuyas obras se han dispersado en distintas colecciones de España -entre ellas la del Museo del Prado- y del extranjero.

Pérez Sánchez afirma que a través de los cuadros de la exposición se puede apreciar "el arrebato creativo y la funcionalidad religiosa", junto a los cambios estilísticos, como las dos anunciaciones que abren y cierran el montaje. Esta evolución va desde la primera de estas dos anunciaciones, de una colección particular, que muestra cómo el pintor recogió la estética veneciana durante su temprana estancia en Italia, hasta la que cierra la muestra, que refleja el momento "más arrebatado" de la última etapa.

Este Greco conocido y redescubierto también plantea las distintas opiniones sobre la obra del pintor a través de los siglos. Pérez Sánchez señala que las últimas investigaciones demuestran - como la Biografía de un pintor extravagante, de Fernando Marías- su visión estética, a partir de los propios comentarios de El Greco a los tratados clásicos escritos por Vasari y Vitruvio, que se opone a la imagen mística y a la influencia de Toledo, aspecto difundido por la generación del 98 y el ensayo de Cossío. "Es un idealista del siglo XVI italiano", sostiene el comisario de la exposición, "de raíz platónica y con una visión esteticista del arte, y no un místico iluminado".

El Greco, conocido y redescubierto. Fundación Central Hispano. Marqués de Villamagna, 3; metro Rubén Darío y Serrano. Hasta el 17 de junio.

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