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ALIANZAS EN LA AUTOMOCIÓN

El proceso de fusiones sigue imparable

El proceso de grandes fusiones conoció ayer un nuevo capítulo dentro del implacable calendario de mundialización del que hablan insistentemente los especialistas. La posible unión de Daimler-Benz y Chrysler será un aldabonazo ya que supondrá, si finalmente sale adelante, la fusión de un gigante europeo y otro norteamericano y se convertirá por volumen de fabricación y ventas (4,08 millones de vehículos al año) en el quinto grupo mundial detrás de General Motors, Ford, Toyota y Volskwagen.El resto de las firmas mundiales del sector comienzan a buscar pareja de baile, porque el nivel de competencia obliga a buscar continuamente nueva dimensión y complementariedad en los productos. La fusión anunciada ayer cumple a rajatabla este último mandamiento estratégico, ya que Chrysler vende el 90% de su producción en Estados Unidos y no está representada en el segmento de coches de lujo como Mercedes.

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Si ahora toca el turno al sector del automóvil, en los últimos dos años fue el sector farmacéutico el que pilotó las grandes operaciones de alcance mundial. Ciba y Sandoz abrían el fuego en marzo de 1996 para crear entonces el segundo grupo mundial e intentar ensombrecer al líder nacido unos meses antes al unirse Glaxo y Welcome. Esta firma intentó dar un paso al frente a comienzos de 1998 con la absorción de Smithkline, en una operación finalmente frustrada en febrero pasado. También en 1997 Roche reforzó su dimensión mundial al comprar Boehringer, mientras la noruega Nycomed y la británica Amershnan hacían los propio en julio de 1997.

Sector financiero

El sector bancario ha tomado la iniciativa en el proceso de mundialización y así, en Estados Unidos, se ha vivido esta fiebre con tres tres operaciones en la primera quincena de abril pasado. Citicorp con Travelers Group, BankAmerica con Nations Bank y Banc One con First Chicago, daban un fuerte empujón a la búsqueda de nueva dimensión en el sector financiero.El sector financiero europeo se ha tomado con más calma el proceso y tan solo en 1997 se produjo la unión de Swiss Bank Corporation y de Unión de Banca Suiza para crear el primer banco helvético.

La banca japonesa cuenta con la primera entidad del mundo, precisamente tras fusionarse en 1995 el Bank of Tokio y el Mitsubishi Bank, con unos activos totales de 100 billones de pesetas, por delante de los 88 billones del Deutsche Bank, de Alemania. De todas formas, como recuerdan los analistas financieros, no existe la Coca Cola, la marca universal, en el sector bancario.

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