Plátanos de sombra

Si los vecinos de Madrid observan los plátanos de sombra de nuestras calles y jardines con un poco de atención comprobarán que muchos, la gran mayoría de ellos, lucen un aspecto extraño, como si los fríos de la segunda semana de abril hubieran helado las jóvenes hojas y brotes que ya habían salido.Ahora bien, es oportuno hacer notar que no han sido las bajas temperaturas el origen de su actual aspecto deplorable; no, es algo más grave: la antracnosis del plátano, enfermedad producida por un hongo (Apiognomonia veneta) que lentamente va deformando las espléndidas copas de estos árboles y despoblándolas de sus hojas, tan necesarias para el sombreo de nuestras calurosas localidades durante el estío, por no hablar del debilitamiento que les produce el tener que fabricar una vez tras otra nuevos brotes.

En el parque del Oeste, la Ciudad Universitaria o la antigua carretera de El Pardo, se pueden contemplar los estragos que produce en los plátanos.

Por el momento, no se conocen sistemas terapéuticos eficaces para combatir el hongo una vez que ha penetrado en el árbol (no sirven las podas que se les dispensan ni tampoco los productos fungicidas actuales), por lo que lo más inteligente es actuar de forma preventiva. ¿Cómo? Dado que la especie de plátano de sombra sensible a esta enfermedad es Platanus X hibrida, se puede emplear la especie resistente Platanus orientalis o bien eludir la plantación del género Platanus en parques, jardines, isletas y alineaciones de calles y carreteras, sustituyéndolo por otros igualmente frugales y ornamentales.- . .