El Salón Internacional del Estudiante arranca con protestas de los universitarios ante Chaves
La juventud de mayo del 98 se dio cita ayer en el primer día del Salón Internacional del Estudiante (SIE), que en su cuarta edición se celebra en la Universidad de Málaga (UMA). No buscaban más libertad, sólo información entre los más de 230 puestos habilitados para la ocasión. Sólo un grupo de 300 estudiantes rebeldes de Ciencias de la Educación esperaron a la inauguración oficial -a la que acudieron Manuel Chaves, el consejero de Educación, Manuel Pezzi, y Antonio Díez de los Ríos, rector de la UMA, entre otros- para plantear, a voz en grito y entre pitos y pancartas, la falta de prácticas que están sufriendo. Y a reivindicaciones claras, respuestas concretas. "Encuentro normal que unos estudiantes quieran aprovechar la visita del presidente para buscar resonancia a sus peticiones", manifestó Chaves. Pero les recriminó que no se acercaran a contarle sus quejas cuando los llamó y además aseguró que recordaba "perfectamente la cara de una o dos personas" que se encontraban en el incidente que tuvo lugar en la visita de Joaquín Almunia a finales de abril. Pero Chaves no escurrió el bulto y reconoció que existe una falta de prácticas "como consecuencia de las actitudes los docentes de los centros públicos", que no quieren recibir a los estudiantes como represalia por la negativa de la Administración a pagar la matrícula a sus hijos. Los más pacíficos y ajenos a las prácticas, rondaban desde las diez de la mañana por los 40.000 metros cuadrados que ocupa la exposición en alguno de los cuatro espacios habilitados en el campus de Teatinos: el dedicado a la muestra, que reúne a organismos que pasan desde una mutua de seguros al puesto de la Policía Nacional; el de la información, donde están representadas un total de 145 universidades españolas, americanas, del Magreb y europeas y varias ONG; el del ocio y el de foros y conferencias. Por todos ellos se espera que pasen unos 200.000 visitantes hasta el domingo, día en que finaliza la muestra. "Nos preguntan sobre las licenciaturas, los planes de estudio, o las titulaciones que ofrecemos", comentaba la mujer que atendía en el estand de la Universidad de Burgos. "Pero, como la mayoría son estudiantes andaluces, nos dicen que está muy lejos". Eso no impidió a María del Mar Serón, una estudiante de Ciencias de la Educación, acercarse al puesto de la Educación Superior en Rusia. "Me parece estupendo tener esta oportunidad porque quiero salir fuera de España. Aquí puedo comparar los programas y los precios de diferentes universidades". A Juan José Gaitán, de 13 años, y sus compañeros del instituto, les aburrió la información. Recorrieron los pasillos en busca de algún objeto que llevarse a casa. "¿Tiene pegatinas, llaveros o algo de eso?", preguntó en la caseta de Instituto de la Juventud. No es la primera que visitan. "Me han dicho que aquí dan pines y lápices. ¿Es verdad?", inquiere Gaitán en la de Burgos. Los jóvenes con vocación empresarial se acercaron a la caseta del Instituto de Fomento de la Junta. Y los que no saben si la tienen pudieron al menos hacer un test para medir su capacidad de empresarios. Y es que los organizadores del salón no han querido olvidar que muchos visitantes están a punto de finalizar los estudios y se enfrentan a una nueva etapa: la inserción laboral. Pero no sólo de información vive el SIE. Los estudiantes encontraron la diversión navegando por Internet, en el ala delta de realidad virtual, en la carpa dedicada al ocio -en la que cada hora variaban los espectáculos-, o en alguna de las exposiciones permanentes. La muestra -que cuenta con la financiación de 150 millones de la Junta- no está únicamente dirigida a los estudiantes. Ya lo dijo el rector de la UMA, Antonio Díez de los Ríos en la presentación oficial el pasado lunes: "Se trata de buscar soluciones nuevas a los problemas nuevos que se nos plantean en la universidad".
"Somos un foco de atención mundial"
Diego Bermúdez, comisario del Salón Internacional del Estudiante emerge acelerado de la sala ejecutiva de la sede de la feria, toda una sala de control donde, al igual que un brooker de Wall Street, está rodeado de teléfonos móviles, ordenadores, y un incesante vaivén. Bermúdez, como responsable de la muestra, maneja desde aquí los hilos para que todo funcione según el plan establecido. Pregunta. ¿Cómo valora el primer día del SIE? Respuesta. Creo que hemos logrado lo que nos proponíamos: que la universidad andaluza se convierta por unos días en foco de atención internacional. P. Se ven sobre todo jóvenes. R. Porque son sobre todo los universitarios o estudiantes de los dos últimos cursos de instituto los que vienen a informarse in situ de lo que pueden estudiar, de las posibilidades de intercambio o de cómo acceder a su primer trabajo. Pero la información está planificada en varios niveles, por lo que cualquier persona vinculada de alguna forma con la universidad puede sacar provecho del salón. P. ¿Qué se va a perder el que no visite el SIE? R. Se va a perder mesas de debate y conferencias donde se van a plantear los principales problemas de la universidad en relación con la sociedad. Se va a perder los 240 casi mostradores de información. P. ¿Y la cultura, qué? R. También se va a perder el mogollón de actividades culturales que se han organizado en la carpa de 3.000 metros, y que varían cada hora, la posibilidad de navegar gratuitamente en internet o la realidad virtual. P. ¿Cómo está comparativamente el SIE con ediciones anteriores? R. No me gusta hacer comparaciones. El SIE se organiza a iniciativa de la Junta y participan todas las universidades andaluzas. No es una carrera de obstáculos, sino una sucesión de relevos. Lógicamente aprendemos de los errores y por eso jugamos con ventaja. P. ¿Cómo está quedando la universidad andaluza frente a las extranjeras? R. En el lugar que se merece. Porque está a la altura de cualquier universidad internacional y eso los demuestra la calidad de nuestros investigadores, a lo alto que llegan nuestros alumnos y el personal de administración y servicio que tenemos.
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