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Un hombre que mató a su esposa alega trastornos por una vasectomía no deseada

La defensa de un hombre que asesinó a su mujer con un cuchillo en 1996 en la localidad de Peal de Becerro (Jaén) arguye que empezó a sufrir problemas mentales desde que fue obligado por ella a hacerse una vasectomía. Un jurado popular juzga desde ayer en la Audiencia de Jaén a Juan Gómez, que mató de 12 cuchilladas a Esperanza Pérez cuando ella contaba con 30 años. El abogado defensor, Manuel Martos, pide la libre absolución del procesado. En su intervención, primera ante el jurado, aseguró que Juan Gómez sufrió en cuatro meses tres operaciones. La primera fue presionado por su mujer para hacerse la vasectomía después de que la pareja hubiese tenido dos hijas; la segunda se realizó por voluntad propia para deshacer la intervención y la tercera por nueva imposición de su esposa. Por ello, concluyó el abogado, comenzaron los problemas mentales que le llevaron a necesitar atención psiquiátrica tras presentar una personalidad dependiente, falta de iniciativa y depresiva. La fiscalía solicita 13 años de prisión al considerar que se produce el eximente de arrepentimiento, ya que tras la muerte de su mujer acudió al cuartel de la Guardia Civil. La acusación particular, que representa a la familia de Esperanza Pérez, pide 30 años de cárcel al estimar que no hay ningún atenuante. Juan Gómez, en su declaración durante la vista oral, en la que estuvo ofreciendo signos constantes de nerviosismo, dijo que la mañana de la muerte, el 26 de septiembre de 1996, a la vivienda familiar acudieron su padre y su hermano para hablar con Esperanza. Ella, dijo, le maltrataba constantemente y unos días antes le había provocado una herida en la cabeza con una plancha, por lo que su familia acudía en su defensa. Las versiones de la fiscalía, la acusación particular y la defensa sobre lo que ocurrió una vez que la pareja se quedó sola varían sustancialmente. Los primeros aseguran que a las dos de la tarde Juan Gómez entró en la cocina y, con un cuchillo de 16 centímetros de hoja, empezó a agredir a su mujer hasta causarle la muerte. La defensa y el testimonio del propio Juan mantienen que era ella la que tenía el cuchillo, que en una pelea fue arrebatado por el marido para defenderse. "Me defendí como pude y ya no recuerdo nada más", dijo Juan Gómez ante el jurado, antes de sufrir un ataque de nervios que obligó a aplazar la vista.

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