Annan cree que «faltó voluntad» para impedir el genocidio ruandés

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, cree que «faltó voluntad política local, nacional e internacional» para impedir el genocidio en Ruanda en 1994. Annan calificó de «vieja historia» la información de la revista The New Yorker que lo responsabiliza de no haber puesto en práctica las recomendaciones del jefe de la Misión de la ONU en Ruanda, el general canadiense Romeo Dallaire, para evitar una matanza en gran escala, en una declaración difundida ayer en Nairobi, donde se encuentra dentro de su actual gira africana.Annan considerá que no existió entonces «falta de información, sino de decisión». «Nadie puede negar que el mundo falló al pueblo ruandés» al permitir un genocidio que costó la vida de unas 800.000 personas, en su mayoría tutsis. En su opinión, la secretaría general de la ONU, que incluye al Departamento de Operaciones de Paz, que él dirigía en 1994, no puede actuar sin un mandato del Consejo de Seguridad.

Lo más importante ahora, asegura el secretario general de Naciones Unidas, no es discutir lo que pudo hacerse para que no ocurriera el genocidio, «sino impedir que se repita una tragedia similar».

El portavoz de la ONU, Juan Carlos Brandt, aseguró ayer que basta con examinar la cronología de lo ocurrido en el Consejo de Seguridad en relación con Ruanda entre 1993 y 1994 para comprender que ni Annan, ni el entonces secretario general, Butros Butros- Gali, pueden ser acusados de no haber impedido el genocidio. Butros Butros Gali propuso en septiembre de 1993 la creación de una fuerza de paz de 2.500 miembros, pero el Consejo de Seguridad sólo autorizó el despliegue de 800 efectivos.