Historiadores del arte apoyan la Aduana como sede del museo
En este caso sí fue por unanimidad. La asociación más numerosa y prestigiosa de historiadores e investigadores del arte de España, el Comité Español de Historiadores del Arte (CEHA), decidió en su última asamblea general del 18 de abril dar su apoyo al Palacio de la Aduana como sede del Museo de Bellas Artes y Arqueológico de Málaga, tal como defiende la plataforma ciudadana creada en Málaga para tal efecto. La CEHA, que agrupa a más de 700 especialistas, ha remitido al departamento de Historia del arte de la Universidad de Málaga, integrado en la plataforma, su apoyo incondicional a esta idea, a la vez que manifiesta "su profunda preocupación", por lo que considera "caos museístico" de la ciudad de Málaga. La CEHA, presidida por Víctor Nieto Alavide, se muestra alertada por la situación que vive el Bellas Artes de Málaga, con "los cuadros embalados" en la Aduana y solicitan que "las autoridades den una solución inmediata y se habilite la Aduana para acoger el Museo tal y como defiende con todo fundamento el departamento de Historia del Arte de la Universidad de Málaga". Rosario Camacho, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Málaga y miembro del CEHA no entiende cómo en el debate en torno al museo en la Aduana o la Trinidad no se cuenta con los técnicos: "En ningún momento se habla del museólogo. Se organiza un museo y el ministerio no encarga a ningún técnico el programa básico del museo, es absurdo", añade. Contra la dispersión Esta opinión es compartida por su colega Isidoro Coloma, especialista en museografía, quien reclama, ante la proliferación de pequeños museos que vive la ciudad, la concentración de los mismos para evitar la dispersión y la creación "de un servicio de museos para la ciudad que organice la oferta general: no sé por qué resulta tan imposible que nos sentemos en una mesa a estudiar un problema". En una conferencia del pasado jueves en Málaga, el historiador sevillano Juan Miguel Cerrera puso de manifiesto que un Museo de Bellas Artes tradicional, que no posea obras conocidas por todos tiene una capacidad mínima de atraer por sí mismo al visitante. Los datos asistenciales en el año 95 a los museos provinciales andaluces avalan esas tesis. Entre los 5.805 visitantes anuales del Museo de Granada a los 103.512 del de Sevilla, no hay ningún dato significativo que no supere cualquier exposición temporal medianamente publicitada. Málaga con 19.516; Córdoba, con 42.000; Huelva con 9.930; Jaén con 25.000; Cádiz con 50.953 o Almería con 9.793 visitas, de las cuales la mayoría no pagan, es decir no son extranjeros, ponen de manifiesto el escaso interés que despiertan los museos que viven como simples almacenes de cuadros.
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