«Al toro moderno le falta motor», opina un veterinario
Antonio Fernández-Cachero, veterinario de la Maestranza desde hace 11 años, conoce bien lo que se cuece en los estrechos corrales sevillanos. Desde que su padre, tratante de ganado, le descubriera el mundo de los toros, ha disfrutado intensamente con un espectáculo que le apasiona. Después, el conocimiento científico sobre el toro le ha permitido conocer en profundidad algunos de los males que afectan al protagonista principal. «Al toro moderno le falta motor», afirma Fernández-Cachero, «le falta capacidad para aguantar en el ruedo un tiempo determinado con entrega y movilidad». Y el aficionado explica así la afirmación anterior: «Hoy se torea más cerca y mejor que en ninguna otra época de la historia, y para ello es imprescindible un toro que lo permita». «Pero encontrar el equilibrio en los organismos vivos es muy difícil», continúa, «y conjugar nobleza y motor no es un problema que se pueda resolver en un laboratorio». «Ni siquiera la clonación a partir de un toro ideal solucionaría el problema», añade, «porque saldrían toros físicamente iguales pero de distinto comportamiento».
A juicio de Fernández-Cachero, «ser ganadero es una labor muy difícil que exige preparación, afición y paciencia, pero el toro es un producto que hay que vender, y por eso su dueño trata de acomodarse a las exigencias de sus clientes». «Los ganaderos crían el toro al gusto de los toreros pero no tienen la varita mágica para que el animal luzca una estampa preciosa y además posea las condiciones necesarias para el triunfo».
«Un toro bravo es el animal más emocionante que se puede contemplar», afirma Fernández-Cachero. «La bravura es capacidad de lucha hasta la muerte, y la nobleza es la virtud del toro que le permite ser dominado y sometido por el torero, de modo que la conjunción entre ambos resulte plástica y artística». «Se puede decir que el toro noble es el que se embebe en el engaño y no mira al torero».
Entiende Fernández-Cachero que los males de la fiesta no son ajenos al tiempo que vivimos: «Lo banal ha desplazado a la pureza en todos los aspectos de la vida, y eso se nota también en los toros». «Hay pocos aficionados, y las plazas están llenas de un público con un conocimiento muy superficial». «Hoy, por ejemplo, se aprecia una gran impaciencia a la hora de devolver un toro», explica , «y no se sabe esperar, porque los toros buenos se emplean en los primeros capotes y se pueden apreciar falsas claudicaciones; siempre hay tiempo para decidir una devolución y la experiencia demuestra que casi nunca el sobrero mejora al toro titular».
La corrida de hoy, 13ª de la Feria de Abril : toros de Juan Pedro Domecq para Curro Romero, Enrique Ponce y Rivera Ordóñez. Plaza de la Maestranza de Sevilla, a las 18.30.
Babelia
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