Ekaizer asegura que no calumnió a Pedro J. Ramírez

El periodista Ernesto Ekaizer, adjunto a la dirección de EL PAÍS, ratificó ayer ante el juez de lo penal número 9 de Madrid, Eduardo Gutiérrez Gómez, el contenido de su artículo de opinión Dos pájaros de un tiro , a raíz del cual el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, y dos miembros de la redacción, Antonio Rubio y Manuel Cerdán, presentaron una querella contra el citado periodista y contra EL PAíS. Ekaizer citaba el 11 de julio de 1997 una carta de prisión del entonces coronel Juan Alberto Perote en la que hacía referencia a las declaraciones de los periodistas de El Mundo en el caso de las escuchas del Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid), de junio de 1995. Ekaizer relató ayer que para elaborar su artículo de opinión hizo las diligencias profesionales que suele realizar para sus informaciones. En este caso se basó en documentos de primera mano. Ramírez, en su declaración ante el juez Jesús Palomino, había dicho que Viriato fue una de las presuntas fuentes del periódico.

Ekaizer recordó que en una de sus cartas a Santaella, abogado de Conde y de Perote, el entonces coronel escribió, en referencia a la declaración de Pedro J. Ramírez y la de los otros periodistas, que era necesario insistir en Viriato , crear al menos la duda sobre su existencia. Ekaizer citó en el artículo la carta de Perote en relación con «las declaraciones amañadas de Pedro J. Ramírez y sus colaboradores» ante el juez Palomino. Aunque Pedro J. Ramírez fue citado por su nombre en el texto, sus colaboradores no fueron mencionados. Sin embargo, Rubio y Cerdán se querellaron también por supuestas calumnias.

A una pregunta del juez, Ekaizer dijo que la historia de Viriato no había logrado influir ni en el juez Palomino, ni en el Tribunal Militar Central, que condenó al entonces coronel a siete años de prisión. También negó que él hubiese imputado a Pedro J. Ramírez un delito de falso testimonio. Insistió en que no fue ésa su intención, tal como consta en un escrito de rectificación a El Mundo que ese periódico se negó a publicar.

Frente a Cristina Peña, abogada de los querellantes, el defensor de Ekaizer, Gerardo Viada, aportó como acepciones de «amañar» las de «darse maña« o «presentar hábilmente un asunto». Viada subrayó que faltaban las circunstancias objetivas y subjetivas -el ánimo de difamar- del delito. Peña manifestó su protesta por el hecho de que el juez Gutiérrez Gómez no aceptase la declaración de sus defendidos Rubio y Cerdán, propuesta ayer mismo, por primera vez, tras iniciarse la vista; y a la que Viada se había opuesto.