Almunia afirma que permanecerá en su cargo si eso contribuye al triunfo electoral del candidato
El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, mantiene su periodo de reflexión antes de decidir si abandona su cargo tras perder las elecciones primarias o reconsidera su planteamiento en función de criterios electorales. "Haré lo que más favorezca el triunfo electoral de José Borrell; si es mejor que me quede para que gane las elecciones me quedo; si soy un obstáculo me iré". Por su parte, José Borrell enviará hoy una carta a los comités de apoyo que le respaldaron durante la campaña para agradecerles su trabajo y pedirles que se disuelvan y se reintegren a las "estructuras regulares" del partido.
Borrell y Almunia no han hablado a solas desde que, en la noche del pasado viernes, se conoció el triunfo del primero en las elecciones internas que decidieron el candidato socialista a la presidencia del Gobierno. Hoy será el día. Primero comparecerán juntos ante el plenario del grupo parlamentario socialista. Después tendrán su primera reunión privada, en la que Borrell expondrá a Almunia el esquema de trabajo que ha elaborado para que ambos se sientan cómodos con el nuevo escenario. Nada ha cambiado formalmente desde que Almunia presentara su dimisión en la reunión de la ejecutiva del PSOE del pasado sábado, aunque aplazara el hacer efectivo su abandono del cargo hasta la reunión del Comité Federal del próximo 9 de mayo.
Ayer, sin embargo, en sus palabras podía detectarse un nuevo matiz: "Voy a escuchar la voz de mi partido, de los dirigentes, de los militantes, pero en ningún caso quiero entorpecer que José Borrell gane las elecciones; voy a hacer lo que favorezca el triunfo electoral de Borrell". Almunia lo decía en la tarde de ayer con tono animoso en la sede de la Comisión Europea en Madrid donde suscribió, junto al resto de los partidos socialistas de Europa, un manifiesto contra el racismo.
Actitud más abierta
"Si veo que es mejor para ganar las elecciones que me quede de secretario general, me quedaré; si soy un obstáculo me iré". Miembros de su ejecutiva, tras escucharle, comentaron que la presentación puede ser la de "la botella medio llena o medio vacía" pero que aprecian en su secretario general una actitud más abierta a replantearse su dimisión en relación a cómo le vieron el sábado tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal. A diferencia de José Borrell, que ya ha dado algunas pinceladas de cuál cree que debe ser su papel en la próxima etapa, Almunia se está limitando hasta ahora a hablar de principios generales, a hacer proclamas contra el Partido Popular y a ponerse a disposición de su partido para hacer lo que sea más útil.
"Todo el partido apoya a José Borrell como candidato, de este proceso hemos salido más unidos y más fuertes que nunca", dijo Almunia. En su línea de no adelantar planes reconoció que "ante este escenario nuevo" había que pensar en fórmulas eficaces y citó a otros países en los que en el seno de los partidos socialistas conviven con naturalidad el líder orgánico y el líder electoral. "Lo importante es el enorme impulso que ahora tiene el partido, estamos lanzados", insistía en tono brioso.
Mientras Joaquín Almunia hacía estas declaraciones, José Borrell viajaba desde Barcelona con destino a Madrid para dirigirse a la reunión de la comisión permanente del grupo parlamentario socialista, como es habitual todos los lunes. En este órgano, dirigido por el portavoz parlamentario del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray, se preparan los debates y la estrategia parlamentaria de la semana. Borrell, como portavoz de la Comisión de Presupuestos, es miembro nato de la dirección del grupo parlamentario socialista. Llegó al final de la reunión y fue recibido entre aplausos y vítores. Tras agradecer las muestras de afecto, les encomendó una tarea inmediata para la que solicitó ayuda: documentación e ideas para el debate sobre el estado de la nación del próximo día 12.
El resultado de los comicios internos afectará de lleno a la estructura del grupo parlamentario, ya que José Borrell tendrá que tener un papel preponderante, también de nueva creación, si es que persiste en su idea de no ser el portavoz oficial y limitar sus actuaciones como representante parlamentario del PSOE a determinadas ocasiones.
Eguiagaray, titular ahora de ese puesto, mantuvo ayer ante sus compañeros la misma actitud que en la Ejecutiva del pasado sábado, que fue la de poner su cargo a disposición de ese órgano de dirección. Al final, la decisión también será personal porque no parece que Borrell vaya a pugnar por el cargo. "Todos tenemos que hacer un análisis sosegado de las consecuencias y mi posición es la misma que ya he expresado y es la de poner a disposición mi cargo", dijo Eguiagaray antes de empezar esta reunión. Tanto Eguiagaray como la inmensa mayoría de los portavoces socialistas que ayer se reunieron habían apostado por Almunia.
En la reunión del grupo parlamentario de esta mañana la situación numérica tampoco es muy diferente a la de la permanente en cuanto que la mayoría apostó por Almunia frente a Borrell. Ambos aparecerán juntos. Joaquín Almunia, como presidente del grupo parlamentario socialista, tomará en primer lugar la palabra, se felicitará por el proceso y reiterará su deseo inicial de abandonar la secretaría general. Después hablará Borrell y, a continuación, se establecerá un turno de palabra. En este marco recibirá Joaquín Almunia la primera avalancha de peticiones para que se mantenga en su puesto.
Carta del vencedor
José Borrell enviará hoy una carta a todos los comités de apoyo que surgieron para respaldarle durante la campaña de primarias para agradecerles el entusiasmo y el trabajo que le ayudaron a vencer. Además les reiterará la petición, realizada de viva voz en su primera comparecencia como candidato, de que se disuelvan, pero añadiendo un matiz: que se reintegren a la vida normal del partido y a sus "estructuras regulares". El candidato pretende con su misiva frenar posibles conatos de ajuste de cuentas entre sus partidarios y los aparatos regionales y locales del partido, que en su mayoría se decantaron por la candidatura de Almunia. Aunque ya hizo esta petición, Borrell se ha creído obligado a repetirla por escrito a la vista de algunos chispazos de rebelión que han saltado en provincias como Huelva y Madrid, en las que desde algunos sectores se ha puesto en cuestión la legitimación de sus máximos responsables.
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