El segundo viaje de La Barraca

Unos actores se han vuelto a enfundar el mono de trabajo de La Barraca. A partir de ahora puede aparecer en los pueblos más insospechados de España. El mono de La Barraca es azul como el de los los mecánicos, y lleva debajo del hombro derecho una máscara blanca y negra encerrada en un círculo rojo. Es el uniforme de faena que usaron hace más de treinta años los miembros de La Barraca, la compañía que fundó Federico García Lorca para acercar los clásicos de la escena española a todos los rincones del país. Desde ayer lo llevan puesto 15 actores de la compañía Nuevo Repertorio, que dirige Cristina Rota. Ante el estupor de los vecinos de Lavapiés, la nueva Barraca salió ayer de la calle del Doctor Fourquet rumbo a Burgo de Osma (fue también la primera parada de La Barraca original) con las mismas intenciones de Lorca. Una auténtica fiesta de cantes y bailes anunció su salida. Llevan estos jóvenes en el autobús altavoces, guitarras, instrumentos de percusión y unas ganas enormes de convertir dada representación en una fiesta. Nada de pasar inadvertidos. Usarán todos estos instrumentos en cada parada del trayecto. "Hay que sacar el teatro a la calle, que la gente se entere de que existimos".

El mono sólo se lo quitarán para sustituirlo por el vestuario de la función, un espectáculo confeccionado a base de fragmentos de la obra lorquiana. "Como se trata de acercar el teatro al pueblo, están todo el día actuando", explica Rota.

Los planes de trabajo son duros: llegada al pueblo temprano; montar el escenario donde se pueda: plazas, escuelas o centros culturales; hacer un recorrido por las calles para anunciar la llegada de La Barraca. Esto, a base de cantos, bailes, palmas. Se come con el mono puesto. Otro recorrido antes de la siesta: los actores tienen instrucciones de entrar en bares o en cuantos lugares haya gente para anunciar su espectáculo. Luego el ensayo general y, por fin, la función.

"Algo de cante daremos. Va a ser muy divertido. No creo que haya más oportunidades como ésta en la carrera de un actor", comentaba el pasado viernes Armando del Río, uno de los actores. Todos ellos han sido estudiantes en la escuela de Rota, quien, con este proyecto pretende que terminen de formarse los alumnos de las últimas generaciones "¿Tendremos que planchar o coser cuando sea necesario. Todo lo preparamos nosotros", añadía otra de las actrices, Fina Martín.

La Barraca estará de gira durante todo el año. De momento ya está concertada su presencia en 16 pueblos. Y se sumarán más. La iniciativa, totalmente privada, partió de la Fundación García Lorca a raíz de un espectáculo dedicado a Lorca que la compañía Nuevo Repertorio ha representado en la sala Mirador durante los últimos meses. Cristina Rota, por su parte, ya tenía en mente hacer algo así.