Zaplana afirma que el brote de hepatitis "está controlado" mientras Villalba pide aclaraciones

El brote de hepatitis C detectado en la Comunidad Valenciana amenaza con convertirse en un problema político de primer orden para Eduardo Zaplana. El presidente de la Generalitat afirmó en Miami, donde encabeza una misión comercial valenciana, que el brote "está controlado" y carece de sentido solicitar la dimisión del responsable de Sanidad, Joaquín Farnós. Pero sus socios regionalistas, que no pidieron abiertamente la dimisión de Farnós, sí advirtieron que la "disfunción en la Sanidad pública" no ha sido objeto de "clarificación suficiente", en palabras de Héctor Villalba.

Társilo Piles, presidente provincial de UV en Valencia, comentó el viernes en una tertulia radiofónica que Farnós debería presentar su dimisión porque el caso de la hepatitis C se le había ido de las manos. El Consell Nacional de UV, reunido ayer, no se mostró tan beligerante, pero Villalba, presidente nacional del partido, advirtió que apoyará la inmediata comparecencia del consejero de Sanidad ante las Cortes Valencianas para que aclare algunos aspectos confusos sobre el caso, con especial incidencia por la infección de los usuarios que acudieron a la Sanidad pública. Villalba no dudó en alertar sobre "la responsabilidad sobre la inspección, la dirección y el funcionamiento del sistema sanitario" que recae sobre "el máximo responsable de la Sanidad pública", al que no citó por su nombre en ningún momento. Los regionalistas apoyarán la comparecencia de Farnós "a la mayor brevedad posible" en las Cortes en la próxima junta de portavoces y sólo exigirán responsabilidades políticas si no les satisfacen las aclaraciones del consejero de Sanidad. Villalba también exigió la máxima diligencia en la atención a los afectados o posibles afectados para detener la alarma que ha generado este caso de contagio. Zaplana, en declaraciones recogidas por Efe, restó importancia al problema. El presidente de la Generalitat aseguró que el problema "está controlado y se está haciendo todo lo que está a nuestro alcance, que es mucho, para lógicamente atajarlo y poderlo tener conocido en todos sus términos". "Absolutamente todas las medidas de precaución están tomadas; es un problema del pasado", afirmó Zaplana. El Consell "está haciendo un esfuerzo por aclarar las circunstancias en todos sus términos y por ayudar a las personas afectadas", dijo el presidente, y consideró que "hay veces que se producen situaciones que es imposible controlar". Y trasladó la responsabilidad a los médicos que habrían ocultado los casos detectados, de modo que "durante algún tiempo" la consejería "no ha podido atajarlo por no tener ningún tipo de información". Zaplana dijo que "ya no hay posibilidad de que el problema, desde hace ya meses, pueda prolongarse"; expresó su "honda preocupación" por el brote y recordó que hay una comisión de expertos, que ya ha emitido un dictamen, y que se están desarrollando "investigaciones muy profundas y tomando todas las medidas cautelares y sancionadoras que a corto plazo había que tomar". Los regionalistas también expresan su preocupación por el caso, pero no ocultan cierto regocijo ante la complicada situación en que se ha embarrancado el responsable de Sanidad con sus confusas declaraciones y falta de reacción. Fuentes regionalistas consideran que la gravedad del problema puede llegar a afectar al propio Zaplana y convertirse en un arma para justificar una ruptura del acuerdo de gobierno en el momento más adecuado para sus intereses.