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La Bolsa de Madrid sufre una caída del 3,04%, la mayor desde el pasado octubre

Miguel Ángel Noceda

La Bolsa de Madrid sufrió ayer la mayor caída desde el pasado 28 de octubre, en plena crisis asiática, al perder 27,20 puntos (el 3,04%) y descender su índice general hasta los 867,16. El Ibex 35, que agrupa los valores con más capitalización y liquidez del mercado español, cedió 325 puntos (el 3,16) y cerró a 9.966,60. Los analistas consideran que éste podría ser el primer aviso de un severo movimiento de corrección del mercado, que desde principios de año todavía tiene acumulada una ganancia del 37,09%, aunque llegó a superar el 48% a principios de este mismo mes.

La Bolsa de Madrid sufrió ayer la mayor caída desde el pasado 28 de octubre cuando, en plena crisis financiera asiática, perdió un 4,35%. Ayer, sin embargo, no había razones de peso para explicar este brusco retroceso. Desde días atrás se venía gestando una fase de realizaciones de beneficios, habida cuenta de las altas plusvalías acumuladas desde principios de año y que, en los primeros días de este mes, habían superado el 48%. Los operadores achacan este varapalo a la ruptura de una serie de resistencias técnicas, que ayer fueron perforadas una tras otra. La más significativa, la del Ibex 35, estaba situada en los 10.200 puntos, una trinchera que fue superada poco antes de las 12:30 horas.

En el análisis técnico o chartista, la resistencia es el nivel de cotización a la baja y que muestra que existe mayor interés vendedor que comprador, justo lo contrario que el soporte, el nivel al alza, y que refleja un mayor interés comprador que vendedor. En ambos casos, cuando se perforan, la práctica dice que los precios volverán a rebotar, bien para abajo o para arriba.

El día anterior, el índice Dow Jones había cerrado con una pérdida irrelevante de 8,22 puntos después de supe rar en medio de la sesión los 9.200 puntos. Ayer, la bolsa neoyorquina abrió con una tendencia indefinida. A media sesión, Wall Street perdía 25 puntos, el 0,27%. Así, los inversores españoles se quedaron sin más refencias exteriores que las europeas, ya que Tokio había registrado un simbólico avance de 0, 10 puntos ante las expectativas del reparto del anunciado paquete de ayudas oficiales de 16 billones de yenes (unos 19 billones de pesetas) para relanzar la actividad económica.

El ejemplo europeo

Los mercados europeos optaron por la realización de beneficios, una actitud que perduró hasta el final de la sesión. Así, Londres cerró con una pérdida del 0,56%, París cedió un 0,34%, Francfort un 0,94% y Zúrich un 0,60%; todas con un mejor comportamiento que la bolsa española. Sólo Milán, con un retroceso del 3,62%, superó en pérdidas a Madrid. La Bolsa española, sin embargo, muestra todavía una gran capacidad para absorber el papel que sale al mercado. Ayer se negociaron 186.730 mi llones de pesetas efectivas en el mercado continuo: media hora antes del cierre volvió a hacer su aparición un dinero audaz, dispuesto a comprar a precios más baratos. La única refencia interior, la subasta de certificados de depósito del Banco de España, pasó inadvertida, ya que pocos operadores esperaban que se decidiese rebajar el precio oficial del dinero desde el 4,5% que lleva vigente desde el pasado 13 de febrero.

Precisamente el futuro de los tipos de interés es uno de los elementos de incertidumbre que afectan negativamente al mercado bursátil, ya aquejado de vértigo de altura: aunque desde principios de mes, la fase correctora ha supuesto la pérdida de más de un 11%, la revalorización desde que comenzó el año 1998 todavía alcanza el 37,09%.

Los analistas habían previsto unos tipos para la entrada en vigor del euro en torno al 4%, pero desde hace meses varios consejeros del Banco Federal Alemán han venido defendiendo la idea de que esa convergencia se llevaría a cabo ligeramente por encima de los tipos actuales de Alemania y Francia, el 3,30%. La Bolsa descontó esa posibilidad, pero ahora cada vez se levantan más voces de expertos volviendo a la teoría inicial: la convergencia estaría, según ellos, en tormo al 4%; así se expresó ayer, por ejemplo, Chris Iggo, economista jefe del Barclays Capital, o el último estudio macroeconómico de Beta Capital, también dado a conocer ayer.

Este cambio de expectativas se basa en que la economía alemana registra una evolución más expansiva de lo inicialmente previsto -los pedidos y la producción industrial aumentaron un 8,8% y un 6,9% en enero, sobre igual mes del año anterior-, al tiempo que parece detenerse el proceso de destruc ción de empleo. Ya la tasa de paro se redujo ligeramente, hasta el 11,5%, en febrero.

La incógnita alemana

Esta recuperación se refleja en nuevas tensiones de precios: si en el primer trimestre de este año la inflación alemana oscilaba en torno al 1,1 %, a partir de ahora podría moverse en una media del 1,7%. De esta forma, el Bundesbank se puede ver presionado para comenzar una fase monetaria menos expansiva, lo que se traduciría en una elevación relativamente próxima de los tipos. Los mercados de divisas vienen recogiendo esta posibilidad, lo que ya se está traduciendo en un fortalecimiento del marco frente al dólar estadounidense, ya que la Reserva Federal no parece dispuesta a elevar sus tipos, que ya se encuentran en el 5,50%.

Además, el billete verde se está debilitando también frente al yen, ya que los analistas comienzan a tener alguna esperanza en que mejore la economía japonesa.

Todo ello favorece a la inversión en los mercados bursátiles estadounidenses, ya que a los operadores extranjeros les sale más barato.Todo ello se traduce en un endurecimiento de los tipos de interés a largo plazo, que ten derán a elevar sus rentabilidades. De esa forma, las expectativas favorecen a la renta fija y perjudican a la Bolsa.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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