La UE recuerda que el quinto pago del plan de recuperación español está condicionado al impuesto al diésel
La Comisión aprueba las modificaciones del programa español que eleva el quinto pago a 25.000 millones
España ya tiene el visto bueno que pretendía a los cambios de su plan de recuperación. Pero todo tiene un precio: la modificación aprobada este martes por los ministros de Finanzas de la UE contempla un pago de unos 25.000 millones de euros en el siguiente tramo del plan, el quinto, que lleva aparejado la obligación de aumentar la tributación del diésel. Si el Gobierno no lo saca adelante -en principio, antes de marzo-, la Comisión Europea planteará una rebaja, todavía por determinar, en la cantidad final.
Días antes de las vacaciones navideñas, el Gobierno remitió a Bruselas los cambios que reclamaba en su plan de recuperación y también la solicitud del quinto pago: unos 16.000 millones en créditos y otros 9.000 millones en subvenciones. Lo más sustancial que había en el nuevo planteamiento era que España quería adelantar el cobro de parte del dinero previsto para cobrar más tarde planteando la evaluación inmediata de objetivos -especialmente inversiones- que debían examinarse más tarde. Eso afectaba, principalmente, a los préstamos que Madrid tiene asignados en el Fondo de Recuperación, que ascienden a 83.160 millones. Las subvenciones ascienden a casi 79.854 millones, de las que ya se han cobrado 47.960 millones.
A ese cambio, los ministros de Finanzas de la UE, en el llamado Ecofin, le han dado su visto bueno. También lo han recibido peticiones similares de Chipre y Grecia.
En el nuevo diseño, se exige que España complete la reforma fiscal que tenía diseñada en diciembre. Entonces en el Congreso de los Diputados se aprobaron varias medidas para aumentar los ingresos tributarios pero decayó una de ellas, la que pretendía igualar los impuestos que se pagan por el uso del diésel con los del resto de hidrocarburos. El Ejecutivo se comprometió ya entonces a recuperar la iniciativa y así figura en la adenda al plan aprobada este martes.
“Estamos en proceso de discusión con la Comisión”, ha respondido el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien ha señalado que el Gobierno está “avanzando con el impuesto para los hidrocarburos con un horizonte asociado al quinto desembolso”.
La retórica empleada por Cuerpo recuerda a la que utilizaba cuando España formuló la solicitud del cuarto pago. Entonces una parte del dinero recibir dependía de lo que sucediera con la reforma del subsidio de desempleo. Finalmente, el Gobierno, tras un primer intento fallido, sacó adelante en el Congreso los cambios casi sobre la bocina.
Ahora sucede algo muy parecido y con protagonistas similares. Entonces fue Podemos quien tumbó el primer intento de reformar el subsidio. También fue la formación morada la que vetó la entrada en vigor del impuesto sobre el diésel en diciembre. Aunque en estos momentos la fragilidad parlamentaria del Ejecutivo es todavía mayor que entonces. Los independentistas catalanes de Junts han suspendido toda negociación con el Gobierno para sacar adelante cualquier iniciativa y sus votos son necesarios para que la equiparación tributaria del gasoil con otros combustibles vea la luz.
Junto a los cambios en el plan de recuperación, el Ecofin también ha aprobado este martes la senda fiscal de España -y otros 20 Estados miembros-. En el caso español, la senda fiscal para los próximos siete años, que contemplan un incremento medio del gasto neto de 3% cada año. No obstante, esta senda, como el plan, también contempla la aprobación del impuesto al diésel, junto a otras medidas que aumenten de forma permanente en una cantidad equivalente a dos décimas de PIB, algo más de 3.000 millones.
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