La suspensión del viaje del presidente de Brasil genera malestar en Exteriores

La suspensión de la visita de Estado del presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, que regresó a Brasil a las pocas horas de su llegada a Madrid al conocer la muerte del dirigente político Luis Eduardo Magalhaes, aliado del Gobierno, generó cierto malestar en el Ministerio de Asuntos Exteriores pese a las declaraciones de su titular, Abel Matutes, quien manifestó que el Gobierno español "había entendido perfectamente el estado de ánimo" del presidente brasileño.

Un alto cargo del ministerio señaló que la suspensión de la visita causó cierta perplejidad en la diplomacia española, que había preparado durante meses una visita a la que se concedía especial importancia. La causa alegada, la muerte de uno sus mejores aliados políticos, no parecía ser, para estas fuentes, motivo suficiente para interrumpir una visita de Estado en la que se ha invertido mucho tiempo y trabajo. Matutes despidió ayer a Cardoso en el aeropuerto madrileño de Barajas, donde había llegado a primera hora de la tarde del martes para iniciar una visita de cuatro días. La ceremonia oficial de bienvenida, con asistencia de los Reyes, se realizó a media tarde del martes en el palacio de El Pardo, residencia oficial de los jefes de Estado que visitan España. El presidente brasileño decidió regresar a Brasil tras ser informado a medianoche, hora española, de la muerte en Brasilia del diputado Luiz Eduardo Magalhaes, de 43 años, hijo del presidente del Senado brasileño, Antonio Carlos Magalhaes. El fallecimiento se produjo apenas 48 horas después de la muerte del ministro de Comunicaciones, Sergio Motta, brazo derecho de Cardoso en la política brasileña. El presidente, que prometió regresar a España el próximo mes de mayo, probablemente el día 18, declaró "no estar en condiciones psicológicas" para proseguir la visita y acudió a ver al Rey al palacio de la Zarzuela y al presidente José María Aznar a La Moncloa para darles una explicación personal sobre los motivos de su inmediato regreso a Brasil.

Cardoso, que el martes por la noche asistió a una cena privada, iniciaba el miércoles su visita oficial, que incluía una visita al Ayuntamiento de Madrid, un cena de gala en el Palacio Real, una sesión de trabajo con el presidente Aznar y una visita al Congreso de los Diputados.

Doctor 'honoris causa'

El presidente Cardoso, que tenía previsto asistir a la entrega del premio Cervantes a Guillermo Cabrera Infante en Alcalá de Henares, pensaba viajar después a Salamanca para ser investido doctor honoris causa en su universidad, y continuar viaje a Santiago de Compostela, invitado por el presidente de la Xunta, Manuel Fraga Iribarne. El titular español de Exteriores, por su parte, se vio obligado a suspender la reunión que tenía prevista con el canciller brasileño, Luis Felipe Lampreia. Cardoso emprendió ayer viaje rumbo a Salvador de Bahía para asistir al sepelio de su amigo el diputado Magalhaes.