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El Crecimiento económico, por si solo no crea empleo

El autor opina que los sindicatos no pueden resignarse a que una quinta parte de la población activa este condenada al paro.

Todo el mundo parece que está siendo ganado por la euforia cuando se trata de noticias económicas. La última ocasión, con motivo de la publicación de los datos correspondientes al mes de enero de la Encuesta de Población Activa (EPA), y del mes de marzo del paro registrado en el Instituto Nacional de Empleo (Inem). Y, sin embargo, en esta ocasión, hace falta torturar demasiado los datos para hacerles decir cosas positivas. En lo que se refiere a los datos de la EPA, en Madrid, la población mayor de 16 años, es decir, en términos estadísticos la población potencialmente activa, ha crecido en 1.800 personas respecto al mes anterior. La población activa, es decir, los que trabajan o buscan activamente trabajo, ha bajado en 10.80,0 personas. El número de los que trabajan ha bajado en 2.500 personas, y, como consecuencia de esto, es decir, por el hecho de que ha descendido de forma significativa el número de activos, baja el paro en 8.200 personas. Es sorprendente que las autoridades no sólo no. estén profundamente preocupadas, sino que aparezcan en los medios de comunicación eufóricos. Máxime, cuando estas cifras se producen en un momento en que el valor añadido bruto (VAB) en pesetas constantes está creciendo en torno al 4%.

En lo que se refiere a los datos del paro registrado, lo primero que hay que dejar sentado es el poco valor que hay que darle a sus cifras, no sólo porque se trata de un simple registro voluntario, del que, además, son excluidos por la Administración a efectos estadísticos colectivos importantes que no excluye la EPA; sino principalmente porque sus porcentajes se calculan dividiendo el paro registrado del Inem por la población activa de la EPA, con lo cual hay personas que son paradas para el denominador, pero no para el numerador.

Pero entrando en concreto en sus cifras, tampoco entendemos nada la euforia. Según los datos del mes de marzo, el total de parados registrados en el Inem. era de 255.829-1 es decir, 2.777 menos que el mes anterior, lo que, con ese extraño cálculo del que hemos hablado antes, representa el 11,90% de la población activa. La tasa de variación respecto al mes anterior fue del 0,98%. El problema es que estos datos para que tengan alguna utilidad en el tema que nos ocupa, es decir, en la capacidad de la economía madrileña para crear empleo y acabar con la lacra del paro, es necesario que los comparemos con algo, y ese algo es la tasa de crecimiento económico. Pues bien, si este descenso del desempleo se produce cuando la economía madrileña está creciendo, según los datos que maneja el Gobierno de Madrid, en torno al 4%, resulta preocupante, porque el año pasado, en el mes de marzo, la tasa de desempleo descendió en un 0,6% respecto al mes anterior, cuando la economía crecía al 2,5%. Dicho de otra forma, la economía madrileña, dejada a su libre albedrío, está bajando su capacidad de creación de empleo, porque si antes la productividad crecía en un 1,9%, ahora lo está haciendo alrededor del 5,1%, con lo cual se crea relativamente menos empleo que el año anterior.

Los sindicatos venimos alertando insistentemente desde hace meses sobre el hecho de que a pesar del crecimiento económico que estamos conociendo, no se crea el empleo suficiente para paliar el gravísimo problema de paro que, al igual que la mayoría del resto de comunidades autónomas, atraviesa nuestra región. Venimos insistiendo en que por razones económicas estructurales, el mercado no crea por sí solo suficiente empleo para acabar con el desempleo. Y, como creemos que no nos podemos resignar a instalarnos en una situación en que casi una quinta parte de la población activa esté condenada a vivir en el desempleo, venimos reclamando la negociación de un plan de empleo que sitúe el problema de acabar con el desempleo en el centro de las preocupaciones: hablamos de situar la política en el puesto de mando.

Porque política es reducir la jornada de trabajo para que, además de proporcionarle a la población mayores posibilidades de ocio y cultura, se adecue la jornada a la nueva situación que crea el espectacular aumento de la productividad que la introducción de, nuevas tecnologías posibilita. CC 00 mantiene que la reducción de la jornada a 35 horas semanales debe ser planteada en la negociación colectiva, para asegurar que esa reducción se transforma en creación concreta de puestos de trabajo. Pero también exigimos de los poderes públicos, tal como se ha hecho en Francia, que apoyen esa negociación desde el punto de vista legal y presupuestario. Lo mismo ocurre con la reducción de horas extraordinarias, o la mayor utilización del contrato de relevo.

CC 00 piensa que las Administraciones públicas deben actuar sobre el mercado, sobre todo mejorando el entorno de infraestructuras, educativo, de investigación para el desarrollo, etcétera. En definitiva creando un marco atractivo para que acudan las inversiones creadoras de empleo. Pero también pensamos que la tendencia natural del mercado es invertir, en los sectores con una mayor productividad, y que esa tendencia hace que otros que tienen una demanda potencial enorme no traducida en la práctica por falta de, capacidad adquisitiva de esos potenciales demandantes se queden sin inversiones suficientes. Por eso, CC 00 reclama de las Administraciones públicas que ayuden desde la política, es decir, desde el Presupuesto, a consolidar la oferta y la demanda en esos sectores. Se estará así res pondiendo a necesidades de la población, al mismo tiempo que se crea empleo. Son los llamados "nuevos yacimientos de empleo" (cuidado de personas mayores, de niños, de discapacitados, etcétera).

CCOO viene reclamando que se desbloquee la congelación de la- oferta de empleo público que se viene produciendo desde hace años, porque no está suponiendo ningún ahorro para las Administraciones públicas (se sustituyen empleados públicos por contratas que cuestan más y donde los trabajadores ven deterioradas sus condiciones de trabajo), y está provocando un deterioro de los servicios públicos. Viene reclamando que siga aumentando la estabilidad en el empleo de los trabajadores, porque, entre otras cosas, contribuye a mejorar el consumo, y, por tanto, el empleo. Viene reclamando una mayor y mejor protección para los trabajadores en paro y más recursos de todo tipo para combatir la exclusión social, que avanza imparable en nuestra sociedad haciéndola más injusta e insolidaria.

Y, por todas estas razones, mantenemos una oposición frontal al proyecto de reforma del IRPF, que además de suponer un serio retroceso de su carácter redistributivo, favoreciendo más a los que más tienen, puede poner en peligro la suficiencia del Estado para atender sus obligaciones. Lo que puedé llegar a ocurrir con esta reforma es que, después de aumentar levemente las rentas disponibles de la mayoría de los ciudadanos, inmediatamente aumente con creces las necesidades que tendrán que cubrir desde sus propios bolsillos. Estamos reclamando un giro importante de los Gobiernos de la Comunidad y del Estado en su política de empleo. Subidos en el carro del crecimiento económico que conocen. todos los países de nuestro entorno, olvidan que el único sentido que puede tener ese crecimiento debe ser mejorar la vida de la gente. Y ese objetivo, en una sociedad en la que muchos derechos están ligados a tener un empleo, pasa por acabar con la lacra de que 387.800 madrileños no lo tengan.

Por todas estas razones, desde el movimiento sindical madrileño hemos reclamado al Gobierno de' la Comunidad que negocie un plan de empleo que no se limite a constatar las bondades de la situación económica, sino que actúe sobre ella para traducirla en algo tangible y que preocupa tanto a los ciudadanos como es el empleo.

Rodolfo Benito Valenciano es secretario general de CC OO-Madrid

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